El pasado fin de semana asistimos a un evento que se produce dos veces al año: el cambio de hora en nuestro reloj. Una situación que, además de afectar al consumo energético, hace que muchas personas se encuentren más cansadas durante unos días.
Pero, ¿cuál es la realidad sobre el cambio de hora? ¿Realmente nos ayuda a conseguir un mayor ahorro energético? Hoy vamos a resolver esta duda que seguramente te hayas planteado alguna vez así que, si quieres conocer la respuesta, continúa leyendo.
Cómo afecta el cambio de hora al consumo energético: dos opiniones distintas
Como bien sabrás, el cambio de hora es una medida que se lleva a cabo en algunos países para ajustar el horario de verano y el horario de invierno, con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar y ahorrar energía eléctrica.
La idea que subyace es la de que, adelantando una hora el reloj en el horario de verano, se consigue que haya más luz solar por las tardes, mientras que retrasar una hora en el horario de invierno, permite que haya más luz solar por las mañanas.
Sin embargo, hay diferentes opiniones y estudios sobre si el cambio de hora realmente ayuda a ahorrar energía y te los vamos a explicar a continuación.
Los argumentos a favor del cambio de hora
En primer lugar, tenemos aquellas personas que son firmes defensores de que se continúe realizando el cambio de hora. En este caso, los argumentos a favor se basan en que al adelantar una hora en el horario de verano, se aprovecha mejor la luz natural y se reduce el consumo de energía eléctrica para iluminación en las tardes.
Lo cual, a su vez, puede tener un impacto significativo en los hogares, las empresas y las ciudades en general, especialmente en países con largas horas de luz solar durante el verano, como puede ser el caso de España.
Aunque este no es el argumento que aportan, también indican que el cambio de hora puede tener beneficios en términos de seguridad vial, ya que las tardes son el momento del día con mayor tráfico y visibilidad reducida, y con más luz natural se reducen los accidentes de tráfico.
Además de sugerir que existen otros beneficios a nivel físico y mental, ya que se fomenta una mayor actividad física y una mejor calidad del sueño.
Los que opinan que el ahorro energético no es un argumento válido
En el otro lado, tenemos aquellas otras personas que consideran que este cambio supone más desarreglo que otra cosa. Y es que, según indican, el ahorro real de energía puede ser mínimo o incluso nulo.
Principalmente porque, aunque se reduce el consumo de energía eléctrica para iluminación en las tardes, se aumenta el consumo de energía por las mañanas, por lo que al final la realidad es que se compensa el uno como el otro.
Además, otro de los argumentos que esgrimen, es que puede tener efectos negativos en la salud de las personas, como trastornos del sueño y alteraciones en el ritmo circadiano. Efectos que seguramente tu también hayas sufrido alguna vez.
Por último, otro argumento que se da a este respecto, es que puede tener efectos negativos en ciertos sectores económicos, como el turismo, la agricultura y el transporte, ya que puede afectar los horarios y la planificación de actividades.
En resumen, como puedes observar, existen posiciones tanto a favor como en contra de este tipo de cambios, si bien es cierto que diversos estudios han demostrado que el ahorro real que proporciona es muy bajo. Cuéntanos, ¿qué te parece a ti el cambio de hora?