La energía solar continúa con su imparable crecimiento, adueñándose de muchos de los espacios antes destinados a la electricidad generada por los combustibles fósiles. El impacto ambiental y los altos precios de la luz han acelerado su uso a gran escala. De allí que hoy día sea necesario actualizar conocimientos de los componentes que hacen posible que una instalación solar fotovoltaica ofrezca energía renovable, barata y con una larga vida útil de ahorros.
Las baterías solares están destinadas a almacenar la energía que no se utiliza de inmediato, generalmente en aquellos espacios del día donde la incidencia solar está en su máxima capacidad y donde el consumo del hogar es menor a la generación de la instalación solar. Es posible clasificarlas basándose en muchas variables, pero una de las más importantes y utilizadas es la correcta clasificación de las baterías solares desde el punto de vista de su capacidad de carga.
Las baterías solares y sus características basadas en su capacidad de carga
Están catalogadas como uno de los elementos primordiales para el autoconsumo y en general para todas las instalaciones solares, sobre todo las instalaciones fotovoltaicas solares aisladas. Desde el punto de vista de la capacidad de carga de estas baterías es posible conocer sus características más destacadas. Pero antes veamos un concepto de gran interés para comprenderlas.
La capacidad de una batería solar
Un concepto que sin dudas está dado por la cantidad de electricidad que la batería puede suministrar bajo una condición de trabajo, una electricidad que se maneja en amperios (Ah) y está subordinada a un trío de factores.
- La duración y el tipo de la intensidad de la descarga.
- La temperatura.
- La tensión final del corte.
Entendiéndose por la capacidad útil de dicha batería a la energía que la misma es capaz de suministrar durante un lapso de autonomía (días) sin estar recibiendo carga. Además, existe lo que se llama “capacidad nominal de la batería”, la misma está plenamente determinada por la profundidad de la descarga obtenida durante los días de autonomía.
La profundidad de descarga
Un parámetro que equivale a la cantidad de energía utilizada por la batería con respecto a la capacidad total de la misma y generalmente está expresado como un porcentaje. Para entenderlo de un modo más sencillo es la capacidad de la batería en % sobre la capacidad nominal, llevada a cabo durante los procesos de carga y descarga, de allí que los fabricantes recomienden no bajar del 50 % de la capacidad nominal de las baterías con el fin de alargar la vida útil de las baterías de plomo-ácido.
La auto-descarga de la batería solar
Se denomina a la perdida que experimenta un elemento en un circuito abierto sin estar conectado a un sistema de carga con relación a su capacidad y densidad. Esta auto-descarga es producida por culpa de perdidas internas y se evitan llevando a cabo las respectivas y periódicas cargas. Esta se incrementa por factores como las temperaturas elevadas, las impurezas de los materiales y por los propios cortocircuitos internos.
La sobrecarga de la batería solar
Se produce cuando la corriente es forzada a circular en la batería cuando esta se encuentra absolutamente cargada, siendo posible observar daños irreparables si este proceso de sobrecarga se extiende por tiempos excesivos. Es decir, mientras más elevado sea el régimen de carga y por ende los porcentajes de sobrecarga, mayor será la disminución de la vida útil que alcanzará la batería.
La eficacia de las baterías solares
Esta viene dada en energía (Wh) o mediante amperios (Ah) y sin dudas son factores a tener en plena consideración al momento de planificar cualquier tipo de instalación fotovoltaica solar, sobre todo las de tipo aisladas de la red. Esta eficacia no está plenamente estandarizada y es una cuestión relativa a cada fabricante la aplicación del método de cálculo, por lo que generalmente se emplean promedios.