La magia de la arquitectura prefabricada vuelve a sorprendernos y esta vez en tierras asturianas, donde los actores están conformados por una familia amante de los paisajes naturales de estas latitudes y de unos arquitectos que hicieron posible el sueño de construir una casa prefabricada que se instala en solo 5 horas. Una edificación que permite ser trasladada desde su sitio de origen y fabricación ubicado en Madrid hasta su morada final, que en esta oportunidad se trata de Asturias.
Un hogar que está constituido por un piso de módulos prefabricados con plena capacidad de combinarse entre ellos para satisfacer las necesidades propias de los clientes y con un tiempo de elaboración en fábrica de 4 meses. Veamos este refugio de montaña de 2 plantas que puede ofrecer una alternativa viable para que la integración con el entorno sea maravillosa y disfrutar de una increíble velocidad para ser armada en el sitio elegido.
Un hogar prefabricado con tecnología que lo integra al entorno
Elaborada en acero galvanizado y revestida con materiales de gran nobleza como la pizarra y la madera, una apuesta genial del estudio de arquitectura Baragaño Architects quienes se atrevieron a conseguir esta creación con la máxima capacidad de integración con el paisaje rural. Por ello, la tecnología es primordial para lograr que la construcción mantenga la necesaria integración con el ambiente mediante el uso de acabados, formas y de materiales que logren demostrar la necesaria sensibilidad y respeto hacia el entorno.
La casa mantiene una estructura compuesta por 8 módulos independientes pero integrables, cada uno de ellos con unas dimensiones de 5,30 * 2,5 metros y que se encuentran unidos y dispuestos a 2 alturas. Los módulos del piso inferior mantienen una forma cúbica, mientras que los del piso superior son de forma angulada con respecto a su cara posterior con la intención de generar un tejado a dos aguas, siendo ideales para soportar cargas y pesos como el de la nieve en las temporadas frías.
Tanto el tejado como la fachada han sido revestidos de pizarra, mientras que su esqueleto está elaborado a partir de acero galvanizado, el cual requirió de soldaduras in situ como una de las pocas obras necesarias para su construcción. La cocina y el salón se encuentran en la planta baja de la construcción y la escalera hace las funciones de una perfecta unión entre ambos ambientes, donde sin dudas la belleza exterior es capaz de inundar todo el interior a través de sus grandes ventanales de cristal.
La Asturias rural española como símbolo de pasividad
La propia configuración de la arquitectura prefabricada ha sido clave en este proyecto y es que mediante ella ha sido posible que cada una de las partes de la casa haya podido ser trasladada en camión hasta el emplazamiento final de la obra. Minimizando los residuos y la utilización de mano de obra y por consiguiente creando un nulo impacto desde el punto de vista ambiental y acústico en toda la zona.
Es decir, una genial cohesión que mantiene en alto el espíritu de las construcciones industrializadas y modulares y que invitan a abordar este tipo de tecnología en beneficio del ambiente y que además de ello es elocuente al conseguir una solución habitacional duradera y con eficientes materiales, todos ellos capaces de ofrecer la máxima protección ante climas adversos sin interferir de un modo malicioso con el desarrollo natural del propio ecosistema en el cual se ha montado en tiempo récord este hogar.
Un refugio ideal en todos los sentidos
Asturias es un auténtico paraíso natural ubicado al norte de España, donde puedes disfrutar de paisajes increíbles que no se suelen encontrar. Esta casa prefabricada ofrece unas vistas privilegiadas a los residentes y, además, por sus materiales de fabricación, estarán más que protegidos en los días más fríos del invierno asturiano, que son bastante duros. Lo más destacable de esta vivienda, sin embargo, es el poco tiempo que tarda en montarse. En conclusión, es un refugio fantástico con un sinfín de ventajas.