Loading...

El método para no quitar todo el suelo y cambiar solo una si tu baldosa se rompe

Las baldosas pueden romperse por muchos motivos, pero lo bueno es que arreglar este desperfecto es fácil.

Algunas baldosas pueden ser muy frágiles, tanto que pueden romperse fácilmente si cae un objeto contundente al suelo, por ejemplo. Sin embargo, si ocurre esto en nuestro hogar, no tenemos nada que temer, porque tiene muy fácil remedio.

Puedes cambiar las baldosas defectuosas por tu cuenta sin mucha dificultad. Requiere algo de tiempo, pero es un trabajo que cualquier persona con voluntad puede ejecutar. Te enseñamos cómo hacerlo de la mejor manera a continuación.

Cómo cambiar una baldosa rota

Lo primero que debes hacer es adquirir una baldosa exactamente igual en cuanto a la forma y al diseño que la que se te ha roto, para que el cambio no resalte demasiado. Estos son los pasos que debes seguir para sustituir a la que tiene desperfectos por otra nueva:

baldosas rotas

Retira las juntas y rompe la baldosa

Utilizando un rascador o cualquier otra herramienta que te lo permita, retira las juntas de cada uno de los lados de la baldosa defectuosa. De esta forma, evitarás romper las que se encuentren pegadas a ella. Esta tarea también debes llevarla a cabo si ves que las juntas están demasiado desgastadas.

Una vez la junta esté retirada, rompe poco a poco el baldosín roto utilizando una maza y un cortafríos. Empieza desde el interior de la pieza y utiliza siempre gafas y guantes protectores, puesto que algunos trozos pueden ser muy afilados y cortantes.

Retira el adhesivo antiguo y prepara el nuevo

Utiliza el cortafríos o una espátula para rascar y retirar el adhesivo antiguo hasta que la superficie quede completamente lisa y sin desniveles. De lo contrario, no podremos colocar bien la baldosa nueva cuando toque, pues el adhesivo nuevo que apliquemos no tendrá la misma adherencia.

Cuando hayas retirado el adhesivo antiguo, coloca la baldosa en el hueco y prepara el nuevo. Te recomendamos aplicar un doble encolado y asegurarte de que está bien repartido por todos los bordes del baldosín. Para ello, lo mejor es utilizar una llana dentada, aunque puedes utilizar cualquier material con el que te sientas cómoda o cómodo y te permita hacerlo.

Instala la baldosa nueva

Aprieta con las manos la nueva baldosa y dale pequeños golpes, preferiblemente con una maza de goma, hasta que la superficie quede a la misma altura que la de las que están al lado. Para asegurarte al 100% de que está al mismo nivel, te aconsejamos medirlo después. Para asegurarte de que las juntas de todos los lados sean del mismo grosor, coloca crucetas en todo su perímetro.

Cuando se haya secado el adhesivo, y si no queda absolutamente ningún desnivel, ya puedes retirar las crucetas sin problemas. Es sumamente importante que la baldosa nueva que coloques esté exactamente al mismo nivel que las colindantes, porque, de lo contrario, puedes tropezarte. ¡Ya está! ¡Ya tienes tu baldosa nueva en el suelo instalada! Ten más cuidado la próxima vez y listo.

Salir de la versión móvil