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Así se deben colocar las baldosas de la ducha para que no haya ningún hueco entre ellas

Poner azulejos en el suelo de la ducha no es algo complicado, pero solo hay una manera de hacerlo bien.

No hace falta que seas un técnico o un especialista para colocar unas baldosas de azulejos en tu baño, concretamente en tu ducha. Si pones empeño y tienes algo de paciencia, puedes despachar esta tarea en un día. No todas son de azulejos, pero si la tuya es de este tipo, este artículo te va a interesar.

Cuando hayas elegido los mejores azulejos acorde a tus gustos, podrás ponerte manos a la obra para colocarlos en la ducha de tu hogar. Desde que los instales, debes mantenerlos en condiciones. A continuación, te explicamos los pasos que debes seguir sí o sí para lograrlo con éxito.

Cómo colocar los azulejos en la ducha

Lo primero que tenemos que hacer es reunir todo el material que necesitamos. En este caso, precisaremos de: las baldosas de azulejos que vayamos a colocar (naturalmente), una maza de goma, un martillo, un cincel, una cinta métrica, una lija, guantes y gafas, pasta para juntas, unas crucetas de plástico, un cortador de azulejos, un nivel de burbuja, una llana plana y otra dentada.

ducha de baldosas

Toma las medidas de tu ducha

Antes siquiera de comprar los azulejos, debes medir las dimensiones de la ducha para saber cuántos debes adquirir. Este proceso es muy sencillo: solo tienes que medir el alto por el ancho y sumarlo. Después, divide el resultado por la medida de una de las baldosas que hayas escogido, y te dará el número que necesitas. Debes añadir el equivalente a un 10% de baldosas, pues hay algunos azulejos que deberás instalar cortados, pues lo más probable es que no tengas el suficiente espacio como para colocar todos enteros.

Prepara la superficie

Utiliza un cincel y un martillo para quitar las baldosas antiguas. Cuando estén fuera, debes lijar la superficie para que quede lo más lisa posible. También tienes que eliminar cualquier resto de suciedad o polvo para que el resultado final sea el mejor posible. Si vas a hacer esta reforma en verano o en un día muy caluroso, es recomendable humedecer la superficie antes de comenzar la instalación propiamente.

Corta y pega los azulejos

Lo primero es mezclar el cemento con agua en las proporciones indicadas por el fabricante en el envase, bote o cubo, y después removerla para que la mezcla tenga consistencia. Con ayuda de una llana alisadora y una espátula aplícalo en todas las direcciones, de tal manera que quede bien repartido. Después coloca las baldosas y golpéalas suavemente con la maza de goma para que encajen bien. Usa el nivel de burbuja para verificar que las filas están niveladas.

Es necesario también cortar los azulejos que no encajen completamente, con el objetivo de cubrir los rincones o los bordes. Es muy importante que no te dejes nada sin cubrir. De lo contrario, no aislarás tu ducha igual de bien. Para que los azulejos se mantengan rectos durante la instalación, un buen método es que coloques crucetas entre ellos.

Últimos pasos

Cuando hayas colocado todos los azulejos, espera el tiempo de secado que recomiende el fabricante en cuestión, aunque éste suele ser de unos 20 minutos aproximadamente. Cuando pase ese tiempo, retira las crucetas y prepara la pasta de rejuntado. Aplícala con la llana alisadora hasta rellenar bien todas las juntas.

Cuando se seque esta pasta, lo único que te queda es limpiar la superficie con una esponja húmeda. Retira absolutamente todos los restos de producto. ¡Ya lo tienes! ¡Tu flamante nueva ducha con tus azulejos favoritos!

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