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Cómo dejar la vajilla y copas de Navidad perfectas y guardarlas para el próximo evento importante

Lavarlos bien tras su uso, evitar el lavavajillas y secar con mimo son algunas de las claves para que se mantengan como nuevos hasta el próximo año

Ya es oficial. La Navidad ha llegado a su fin. Si bien muchos, cansados ya de las comilonas, la música y los eventos sociales, lo deseaban, otros lo hubieran alargado un poco más, pues además de tener unos días de descanso laboral o trabajar a menor ritmo, disfrutan de ese ambiente de amor, felicidad y alegría que inunda esta época del año. Pues bien, guste o no, las fiestas han llegado a su fin y toca volver a la realidad. Es momento de retomar los buenos hábitos, intentar poner en marcha los propósitos marcados y también quitar los adornos, adecentar la casa y guardar hasta el próximo año o el próximo evento familiar la vajilla y la cubertería de las ocasiones especiales.

Si bien los manteles navideños suelen poder lavarse fácilmente en la lavadora, no ocurre lo mismo con las copas y los cubiertos. No todos son aptos para el lavavajillas. Tampoco determinados platos que, por los materiales en los que han sido fabricados, necesitan ser lavados a mano. Aunque, a priori, parezca una ardua y tediosa tarea, si sigues estos consejos de experto que te vamos a proporcionar a continuación, quizá no sea «coser y cantar» pero casi, pues conseguirás dejarlo todo perfecto en poco tiempo. Toma nota.

Copas y vajillas a remojo tras el uso, mientras que los cubiertos es mejor secarlos rápido

En el caso de la vajilla, si que es cierto que cuanto antes la limpies y menos tiempo tenga incrustada los restos de comida, será más fácil limpiarla. Si eres de los que, después de usarla, ya le has dado un primer lavado, ahora sólo hace falta repasar bien y secarla a conciencia para guardarlo de nuevo en el armario o la alacena. Aunque muchas vajillas son aptas para lavavajillas, sí que se recomienda tras su lavado un repaso a mano con amoniaco o bicarbonato para quitar posibles restos y quitar la humedad que puede quedar con paños de tela o con papel de cocina.

cubertería, vajilla y copas

A la hora de fregar a mano, los expertos recomiendan, si es posible, que se use un estropajo nuevo y, lo que es más importante, usar siempre la parte más suave, la de esponja, pues así evitarás posibles rayaduras si tus platos son algo delicados. Lo mismo ocurre con los vasos y las copas. Lo más recomendable es no meterlas en el lavavajillas y ponerlas a remojo, bien con agua o añadiendo también unas gotas de limón, que las manchas salgan mejor. Y en el caso de los cubiertos la cosa no cambia, mejor a mano. Eso sí, se debe evitar tenerlos a remojo mucho tiempo.

Tampoco es aconsejable tenerlos todos juntos en el agua. ¿La razón? Así se evita que se rocen y se desgasten por este rozamiento, algo que suele ser frecuente, especialmente con los cuchillos. Finalmente, una vez bien secos con un paño, a la hora de guardar la cubertería, los expertos aconsejan que se haga en un cajón, preferiblemente que tenga una base de terciopelo y que esté compartimentado. Así conseguirás que los cubiertos no se rocen unos con otros y no se dañen, sobre todo si esta cubertería es de plata. Siguiendo estas pautas, las próximas fiestas encontrarás tu cubertería, tu vajilla y tus copas como nuevas.

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