La grifería en una cocina es algo absolutamente indispensable, y por ello conviene elegirla bien. Como abrimos los grifos diariamente, ya sea para servirnos vasos de agua, para lavar los platos o para llenar una olla para cocinar, esta decisión no es baladí. Además, también puede ser un elemento decorativo, por lo que podrás mejorar la estética de tu cocina con este cambio.
Hay diferentes modelos de grifos que puedes instalar en tu cocina, pero no todos pueden encajar con la tuya. Por ese motivo, en este artículo, queremos darte las claves que debes conocer para que sepas escoger los mejores para ti.
Tipos de grifos de cocina según su sistema de apertura
Como hemos explicado en la introducción, hay una gran variedad de grifos en el mercado que puedes elegir, pero hay que conocerlos mínimamente para tomar esta decisión con fundamento. Los más comunes son los siguientes:
Grifo monomando
Este grifo cuenta con un único mando para regular tanto el caudal de agua que sale como la temperatura de esta. Desde hace ya unos años, son los que se colocan habitualmente en los hogares, tanto en cocinas como en lavabos y bidés. Es cómodo, de fácil instalación y mantenimiento, con un gran ahorro de agua y dispone de una gran cantidad de marcas y modelos diferentes.
Los grifos monomando de cocina suelen tener el caño más alto y curvo para que el agua pueda caer dentro del fregadero. Estos son los que más te recomendamos para esta estancia de la casa.
Grifo bimando
El bimando es un tipo de grifería en la que existen dos manillas en lugar de solo una. Con cada una de ellas es mueve una llave de paso, la cual regula el flujo de agua fría y de la caliente por separado. Es el modelo más tradicional. Sin embargo, regular la temperatura por separado provoca que se derroche más agua y energía.
Este grifo está pasado de moda. En la actualidad, existen otros que están mucho más adaptados a nuestros tiempos. Por tanto, no te recomendaríamos uno de este tipo.
Grifo termostático
Suelen verse más en las duchas, pero también pueden instalarse perfectamente en la cocina. Permiten obtener una temperatura constante del agua que suministran, regulando automáticamente los caudales de la mezcla de agua fría y caliente. Con un caudal se regula la temperatura y con el otro la cantidad de agua que sale, por lo que ahorra más agua y energía que el modelo anterior.
La principal ventaja de este tipo de grifo es que te permite graduar con mucha precisión la temperatura del agua, la cual se mantiene constante sin que estés constantemente girando las manijas. Es una buena opción.
Tipos de grifo de cocina según el caño
Cada caño nos ofrece una serie de prestaciones que pueden cubrir nuestras necesidades. El caño es el tubo o cuello por el que pasa el agua antes de salir. Elegir el correcto es muy importante, ya que, por ejemplo, uno muy alto puede hacer que salpique mucha agua fuera, y uno bajo o corto puede impedirte lavar cómodamente.
Grifo de caño alto
Es el más usual de ver en las cocinas, ya que asegura más espacio entre el fregadero y el grifo para poder apilar utensilios sucios. Por lo tanto, es perfecto para acumular platos para lavar. Puede ser giratorio o fijo.
Grifo de caño empotrado en la pared
Si las tomas de agua se encuentran en la pared y no debajo del fregadero, tienes que decantarte por este tipo de grifo. La parte positiva es que ganarás espacio en la encimera y en el fregadero. Tienes que ser muy meticuloso con las medidas de la pared si quieres instalar uno de esta clase.
Grifo de caño extensible
Se le conoce popularmente como “grifo ducha”, ya que del caño se saca una manguera que puedes mover con libertad. Cuando acabas de usarla, la puedes volver a meter dentro. Es muy útil si tu fregadero no tiene mucho fondo o si tienes menaje grande que necesitas llenar de forma habitual. Debes vigilar el estado de la goma, ya que si comienza a romperse perderá agua.
Grifo de caño abatible
Si el fregadero está muy cerca o enfrente de una ventana que se abre hacia dentro, te recomendamos comprar este grifo, ya que se puede mover hacia delante, quedando plegado dentro del espacio del fregadero para que puedas abrir la ventana sin temor a un choque.
Antes de elegir grifería
Como ves, comprar un grifo tiene su complicación, por lo que no es una decisión que hay que tomarse a la ligera. Tienes que prestar atención a varios detalles de tu cocina antes de escoger, como los siguientes:
- Espacio: debes conocer las medidas del fregadero, la distancia a la pared, la apertura de la ventana en caso de tenerla sobre el fregadero, la distancia con respecto al mobiliario… Cuanto más grande sea el fregadero, más debemos abarcar con el grifo.
- Situación: puedes colocar el grifo en la encimera o en la pared. Es más habitual instalarlo en la encimera, pero si lo haces en la pared ahorrarás espacio.
- Durabilidad: comprueba de qué materiales están hechos los discos que permiten el uso de los mandos. Lo ideal es que sean cerámicos, ya que se abren con suavidad, regulan el caudal de manera práctica y se desgastan muy lentamente.
- Elementos que ayuden a ahorrar: un aireador es un añadido que a veces se incorpora a los grifos para que no pierdan demasiada agua. Además, los grifos monomando también ayudan a ahorrar energía, porque para abrir el agua caliente solo tienes que girarlo hacia un extremo, y no hace falta regular el caudal con dos manijas.
Estos son las cuatro cualidades más importantes en las que debes fijarte a la hora de elegir un nuevo grifo. Si no tienes todo esto en cuenta, tienes una mayor probabilidad de equivocarte con tu elección. Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda.