Si cuentas con un jardín o con un terreno cultivable en tu hogar y no quieres que te asolen plagas de insectos invasores que puedan comerse tus plantas, lo mejor es utilizar un buen insecticida: uno que sea lo más natural posible.
Puedes adquirir un insecticida artificial repleto de químicos en cualquier tienda, pero una mejor opción es hacer tu propio repelente de plagas. A continuación, te enseñaremos a preparar varios tipos de insecticida que han demostrado ser muy efectivos contra los insectos que destrozan los cultivos. ¡No te lo puedes perder!
Cómo preparar los mejores insecticidas naturales
Como hemos explicado en la introducción, los insecticidas convencionales, que son los que puedes encontrar incluso en los supermercados, pueden exponer a químicos tanto a nuestros familiares como a todos los frutos que den nuestros cultivos. Por lo tanto, para evitar posibles efectos negativos, lo mejor es preparar un insecticida natural, casero y orgánico. Te recomendamos elegir uno de estos cinco:
Insecticida casero con ajo
Es eficaz sobre todo contra los pulgones y las hormigas. Su método de aplicación es muy sencillo: se introduce en un spray y se aplica a las plantas que quieras proteger directamente. Solo necesitarás una cabeza de ajo, una cacerola, agua y un difusor para su aplicación.
El método de preparación es el siguiente: deja reposar varios dientes de ajo dentro de la cacerola con un litro de agua durante un día entero, cocínalos a fuego lento durante unos 15 minutos y déjalos enfriar; y, por último, ponlo en el difusor y mézclalo bien. Por último, solo te quedará utilizar este insecticida totalmente natural.
Insecticida orgánico con tomate
Las hojas del tomate son ricas en alcaloides, que son un excelente repelente para una gran cantidad de insectos. Este insecticida es uno de los más fáciles de elaborar, puesto que solo necesitas dos tazas de hojas de tomate picadas y agua.
Mezcla ambos ingredientes en dos tazas y déjalas reposar durante al menos una noche completa. Después, solo tendrás que introducirlas en un bote de spray vacío y aplicar el insecticida. ¡Verás resultados muy pronto!
Insecticida de cáscara de huevo
Este repelente es especialmente eficaz contra las orugas, los gusanos y los caracoles. ¿Quién iba a decir que los residuos del huevo eran tan útiles contra este tipo de plagas? Además, el método de aplicación de este insecticida es muy sencillo, pues no precisa de ninguna elaboración.
Lo único que tienes que hacer es triturar las cáscaras de huevo y esparcir el polvo que quede en la base de las plantas, de tal manera que formes una especie de anillo. Este anillo será una barrera para las plagas antes mencionadas. ¡Prueba este insecticida y verás que funciona!
Insecticida preparado con leche
El insecticida que ahora nos ocupa es especialmente efectivo contra los ácaros y contra los hongos, ya que el ácido láctico que contiene la leche es muy útil para combatirlos. Además, esta bebida también contiene sales minerales que sirven para enriquecer el suelo cultivable.
Para preparar un insecticida con leche, debes mezclar media taza de suero de leche con 12 o 13 litros de agua, añadir 3 tazas y media de harina de trigo, mezclarlo todo bien, ponerlo en el difusor y aplicarlo a las plantas en forma de spray. ¡Funciona muy bien!
Insecticida con tabaco
La nicotina que contienen las hojas de tabaco es altamente tóxica para muchos insectos, por lo que es un elemento perfecto para mantenerlos a raya. Si lo aplicas a tus plantas, te aseguramos que no se acercarán.
Lo que debes hacer para preparar este insecticida es, primero, hacer un macerado con tres o cuatro cigarros y medio litro de agua; después, dejar reposar la mezcla durante dos días aproximadamente; filtrar la mezcla pasándola por un colador que no sea especialmente grueso; y, por último, colocar en el difusor y aplicarlo. ¡Es muy efectivo!