Existen diversos suministros que son totalmente necesarios dentro de una vivienda, como pueden ser el agua, el gas y, por supuesto, la luz. Siendo esta última la que ha experimentado unos precios más variables durante el último año.
Esta situación de crisis de energía ha hecho que tengamos que prestar mucha más atención a lo que pagamos y, para ello, debemos entender en profundidad nuestra factura de la luz, algo que vamos a explicarte con mayor detalle hoy.
La importancia de entender lo que pone en tu factura de la luz
Si bien puede parecer que el hecho de mirar nuestra factura de electricidad solamente nos sirve para controlar el consumo y establecer pautas de mejora para ahorrar más, la realidad no es realmente así. Es cierto que, si conocemos nuestra factura, podremos entender con mayor precisión cuál es el gasto de una vivienda o de una empresa, identificando que aparatos eléctricos que consumen más energía, entre otras cosas.
Pero también nos va a permitir detectar ciertos errores o irregularidades que se puedan producir durante el ciclo de facturación y que tendríamos que reclamar a la empresa eléctrica. Pueden ser cortes de luz o fluctuaciones de tensión, las cuales pueden tener un impacto negativo en los electrodomésticos y equipos electrónicos.
Y, por supuesto, también nos va a ayudar a lograr un mayor ahorro porque, si entendemos donde se está produciendo el gasto, podremos tomar medidas al respecto con el objetivo de reducirlo en la medida de lo posible. Por ejemplo, cambiando de tarifa, adaptando la potencia contratada, etc.
Qué significa todo lo que aparece en nuestra factura de la luz
Sabemos que, en un inicio, la factura de la luz puede parecer demasiado confusa, pero lo cierto es que puede entenderse de manera sencilla si conocemos todos los epígrafes que contiene y el significado de cada uno de ellos. Te lo explicamos a continuación:
Datos de identificación
Es la parte superior de la factura y contiene toda la información relativa al titular del contrato, el periodo de facturación y el número de contrato. Debemos comprobarla para verificar que estos datos son correctos y que la facturación se está haciendo de la manera que debería (mensual, bimensual, etc).
Consumo realizado
En segundo lugar, tenemos una sección que nos muestra la lectura del contador de electricidad del inicio y del final del periodo de facturación, así como la cantidad de energía consumida en kWh durante ese período. Es decir, este epígrafe nos habla de cuál ha sido teóricamente nuestro consumo durante el periodo seleccionado. Es esencial que veas si coincide con lo que gastas habitualmente o si, por algún motivo, ha habido un pico de consumo.
Precio del kWh
Llegamos a uno de los puntos más importantes y es el precio que se cobra por cada kWh consumido, el cual se compone del precio de la energía en el mercado mayorista, los peajes de acceso y los impuestos. Este importe es el que ha estado fluctuando durante los últimos meses con motivo de la crisis energética y ha podido incrementar el coste de tus facturas.
Costes adicionales
Por otro lado, también se incluyen otros costes adicionales, como el alquiler del contador, la potencia contratada, los impuestos y otros cargos regulados. E incluso la cuota de pago de la caldera si has decidido financiarla con ellos.
Total a pagar y datos bancarios
Llegando al final, la factura nos va a mostrar el total a pagar, que se calcula multiplicando el consumo de energía por el precio del kWh y sumando los costes adicionales. Además, también aparecen los datos bancarios de la empresa eléctrica para realizar el pago, aunque existe la opción de domiciliar el recibo para que el proceso resulte más sencillo.
En resumen, como puedes observar, comprender una factura no es tan complejo y puede ayudarte a tener un mayor control del gasto de tu vivienda, por lo que te recomendamos hacerlo con regularidad y esperamos que este artículo te haya resultado de utilidad para lograrlo.