Loading...

La mejor forma de limpiar la freidora: deja de cocinar y arrastrar virus y bacterias.

Si no quieres que se le acumule mucha grasa, debes limpiarla con frecuencia

Cómo limpiar una freidora

La fritura es una de las formas de cocinar que más sabor y textura le da a cualquier alimento. Los deja algo grasientos eso sí, pero deliciosos y crujientes. Además, los fritos te pueden salvar de más de un apuro si algún día no tienes tiempo para cocinar: pones en la freidora unas patatas y unas croquetas, ¡y solucionado! Pero este utensilio que tan rápido nos permite cocinar, tiene un pequeño inconveniente: la limpieza. Porque comerte las croquetas bien que lo disfrutas pero ya eso de limpiarla… ¡es todo un engorro!

Hoy en día es raro no encontrar este pequeño electrodoméstico en la cocina de cualquier hogar y es que, aunque te guste llevar un estilo de vida saludable y no quieras meterle al cuerpo mucha grasa, existen ya modelos de freidoras que funcionan por aire caliente sin necesidad de usar aceite. Y con la freidora pasa como con la limpieza del horno, la vas dejando y dejando y más y más grasa se acumula y más y más te cuesta quitarla después. Por eso, en este artículo te hemos recopilado los mejores consejos para que aprendas bien cómo limpiar una freidora en casa.

Cómo limpiar una freidora

Que sí, que sí. Que sabemos que odias tanto como nosotros limpiar la freidora pero, ¿qué le vamos a hacer? ¡Es lo que toca! Además, cuanto más tiempo dejes pasar sin limpiarla, peor será porque más suciedad tendrás que rascar y, encima, corres el riesgo de que el aparato te deje de funcionar o que la comida pille mal sabor. Por eso, aquí te contamos todo lo que debes saber para ponerte manos a la obra con la limpieza:

Productos que necesitas para limpiar este electrodoméstico

Antes de ponerte con la limpieza, asegúrate de que tienes los siguientes productos por casa y, si te falta alguno, ve a comprarlos sin falta:

Pasos para limpiar una freidora correctamente

Si quieres dejar tu freidora limpia como los chorros del oro, estos son los pasos que debes seguir para hacerlo correctamente:

  1. Desenchufa el aparato y, antes de empezar a limpiarlo, espera a que esté completamente frío.
  2. Coge el recipiente, ponle el colador arriba y vierte el aceite de la cubeta. Así podrás quitarle los trozos de comida que se le haya quedado de usos anteriores y volver a utilizarlo. Pero si ves que el aceite, aún colándolo, queda muy turbio, está muy oscuro o huele a rancio, es mejor que lo tires.
  3. A continuación, saca la cesta metálica y métela en un recipiente, o en el fregadero, con agua caliente, jabón y dos o tres cucharadas de vinagre blanco. El vinagre es buenísimo para quitar la grasa pegada.
  4. Mientras tienes la cesta en remojo, coge el cepillo y el rascador para quitar toda la suciedad que se haya quedado en las paredes interiores de la freidora, especialmente por las esquinas.
  5. Cuando hayas rascado todo bien, pásale papel de cocina para quitarle restos de comida y de aceite.
  6. Llena la cubeta con agua hasta la línea máxima para el aceite y échale unas cuantas gotas de jabón.
  7. Enciende la freidora y deja que el agua comience a hervir y déjala hirviendo varios minutos. El calor es el secreto para hacer una buena limpieza en profundidad.
  8. Pasados esos minutos, desenchufa la freidora y deja que el agua se enfríe.
  9. Cuando el agua esté ya fría, drena el agua con el colador y pásale otra vez otro papel de cocina.
  10. Por si acaso se ha quedado algún resto de aceite, sumerge el cepillo en agua caliente con jabón y vuelve a darle con ganas por el interior, incluso, en las zonas que sigan grasientas puedes ponerle un poco de bicarbonato y rascar con más fuerza.
  11. Vuelve a enjuagar la cubeta con agua limpia y sécala muy bien con papel de cocina o un paño. Enjuaga la cesta metálica, sécala y ponla en su sitio.
  12. Para finalizar, pásale la bayeta un poco húmeda por la carcasa exterior y sécala con un paño.

¿Con qué frecuencia hay que limpiar la freidora?

La frecuencia de limpieza, básicamente, dependerá de cuánto uses la freidora. Esto quiere decir que si la utilizas muy ocasionalmente, deberías limpiarla profundamente después de cada uso para no dejarla tanto tiempo sucia. Si, por el contrario, la usas todos los días, o casi todos, lo mejor que puedes hacer es pasarle un paño entre uso y uso y hacerle una limpieza profunda, como en los pasos anteriores, una vez a la semana. De todas formas, sin importar cuántas veces la uses, debes estar continuamente revisando el aceite por si notas algún cambio de color u olor.

Salir de la versión móvil