La luz ha comenzado a experimentar una ligera bajada de precios que ha supuesto un pequeño descanso para todos los usuarios. No obstante, dado que no sabemos cuanto tiempo va a durar este remanso de paz, es importante que sigamos adoptando pautas que nos permitan obtener un buen ahorro energético.
Por eso hoy te vamos a dar las claves para conseguir gastar menos con uno de los electrodomésticos que más utilizamos en nuestra casa: el lavavajillas. Continúa leyendo para saber más.
Consejos para ahorrar luz al poner el lavavajillas
Existen algunos electrodomésticos que provocan un mayor gasto de luz que otros y, por tanto, son los que más afectan al ahorro energético de nuestra vivienda.
El consumo medio de un lavavajillas es de 757 Wh aproximadamente, lo que supone que es uno de los aparatos de nuestra casa que más electricidad consume. Pero podemos adoptar una serie de hábitos que nos hagan reducirlo y te los vamos a contar en los siguientes puntos.
Elige el programa adecuado
Lo primero que debemos tener en cuenta es que es crucial elegir el programa de lavado más adecuado. En este sentido, los expertos apuntan a que el más recomendable es el ECO, del cual suelen disponer todos los lavavajillas.
Si bien este programa es uno de los más extensos de la máquina, también es uno de los que tiene un ritmo más pausado, lo que permite a la máquina utilizar menos energía para el lavado.
Además, también es esencial que llenemos por completo el aparato antes de ponerlo a funcionar en vez de hacerlo a media carga. Porque, de lo contrario, estaremos gastando más agua de la debida.
Coloca los platos adecuadamente
Por otro lado, otra cuestión primordial es el hecho de colocar bien los platos dentro del lavavajillas porque, si lo hacemos mal, puede afectar al lavado de los mismos pero también al consumo.
En este sentido, los manuales de este tipo de aparatos muchas veces incluyen recomendaciones sobre cómo debemos colocar los mismos para mejorar su eficiencia. Así que un consejo es que le eches un vistazo previamente para ver si existen este tipo de datos.
Si no, siempre te recomendamos que dediques un tiempo a buscar que la vajilla esté acomodada y que no se coloquen unos platos sobre otros. Esto podríamos provocar que las salidas del agua se taponen o que la limpieza no se realice correctamente, lo que conllevaría tener que volver a poner de nuevo el programa de lavado.
No enjuagar la vajilla antes
Otra pauta muy habitual por parte de los usuarios de este tipo de dispositivos, es el hecho de enjuagar la vajilla antes de meterla dentro del mismo. No obstante, los expertos coinciden en que esto no es necesario y puede traer más inconvenientes que ventajas.
En primer lugar, porque el gasto de agua cuando lavamos a mano es mucho mayor que si utilizamos directamente el lavavajillas, pero también porque puede entorpecer el lavado del mismo. Y es que, si el aparato detecta menor nivel de suciedad, su limpieza será más suave y, por tanto, menos eficiente.
Lo que podemos hacer, por el contrario, es colocar un programa con una temperatura más elevada o poner el de pre lavado que tienen la mayor parte de estos dispositivos.
Mantén limpio el lavavajillas
Otro consejo que podemos darte es que cuides tu lavavajillas y tengas un buen mantenimiento del mismo. En este sentido, es especialmente importante la limpieza de los filtros y de otros elementos de salida de agua, puesto que son los que más pueden afectar al consumo.
Algunos aparatos realizan este lavado por su cuenta, por lo que solo tendremos que consultar el manual de instrucciones para ver si es así y cómo podemos hacerlo.
De lo contrario, podríamos provocar que la limpieza no se ejecute correctamente, con las consecuencias que puede tener esto tanto para el aparato en sí mismo como para los platos que coloquemos en el mismo. De ahí la importancia de utilizar aquellos elementos que nos permitan que el programa se efectúe correctamente.
Elegir un aparato con eficiencia energética alta
Finalmente, también debemos controlar la eficiencia energética del aparato que vamos a comprar, puesto que es una de las claves para conseguir un ahorro óptimo. Por eso, si estás pensando en cambiar de lavavajillas, debes elegir un modelo de la clase A preferiblemente.
Si bien es cierto que los modelos de clase B y C también pueden ser una buena alternativa para el ahorro, por lo que tenemos una amplia gama de opciones a nuestra disposición.
Además, también debemos fijarnos en los materiales con los que ha sido fabricado, porque esto puede ayudarnos a conseguir una máquina con mayor durabilidad y, por tanto, más sostenible.
Esperamos que estos consejos te resulten útiles de cara a optimizar el uso de tu lavavajillas y que así puedas obtener un mayor ahorro energético y, como consecuencia, pagues menos en tu factura de la luz.