Loading...

6 consejos infalibles para lavar los platos, ollas y cubiertos en menos tiempo

Sigue estos útiles y sencillos consejos si quieres limpiar la vajilla, ollas y cubiertos de manera más rápida y sin tanto esfuerzo.

Para quienes nuestro lenguaje del amor principal son los actos de servicio y los detalles, cocinar en casa una deliciosa receta y degustarla con quienes más amamos nos aporta satisfacción, alegría y paz difícil de describir, misma que se opaca rápidamente cuando asomamos la mirada en la cocina y observamos la montaña de vajilla y la batería sucia esperando por su limpieza. ¡Todo parecía tan hermoso!

La triste historia es que es una tarea que no se debe procrastinar ni dejar para mañana, pues no limpiar los restos de comida atrae insectos y plagas indeseables. Ahora bien, ¿No existen formas de lavar los platos de manera más rápida, eficiente y sencilla? ¡Por suerte, sí la hay! En este artículo te contamos 6 consejos infalibles para que puedas lograrlo y no tengas que malgastar largas horas tras el fregadero.

Cómo lavar platos más rápido y sin mucho esfuerzo

Lavar la loza, utensilios, vasos y el menaje de cocina es una labor doméstica que se repite sin cesar, no solo una, ¡sino varias veces al día! Y aunque no es complicada —incluso un niño puede hacerlo—, cuando hay numerosas visitas, debes atenderlos y no tienes ayuda, se vuelve un verdadero dolor de cabeza. Lo mismo sucede cuando no hay muchos ánimos y nos agobia el constante trabajo y los cuidados diarios que exige el hogar.trucos fregar vajilla facil

¡No te quiebres la cabeza pensando por dónde empezar! Si no tienes aún lavavajillas en casa, no es necesario caer en dramas y en pereza letal, mejor ataca con astucia y rapidez a este monstruo para que no te robe tu preciado tiempo y sigue estas recomendaciones para el lavado, correcto, sencillo y más rápido de los platos.

Lo que uses, friégalo rápido

¿Alguna vez has escuchado la frase: “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”? Pues en este caso aplica muy bien, ya que mientras más tiempo esperes, más se adherirán los residuos al material. Además, es muy incómodo despertar por la mañana y observar la pila de trastes sucios, no encontrar una cucharita limpia para agregar azúcar al café o mojarnos las manos desde tempranas horas del día.

Por eso, apenas termines de cocinar, deja en remojo las ollas y sartenes al terminar de cocinar para que sea más fácil lavarlos junto a los platos después de comer. Créeme, levantarte por la mañana y tener la cocina limpia y ordenada aporta una sensación de armonía incomparable.

¡Advertencia! Por más tentador que sea, no apiles los platos sucios, lo que provocarás es que la parte de abajo también se ensucie.

Deshazte de los restos grandes

No cometas el terrible error de lanzar en el fregadero los platos llenos de huesos de aceitunas, hojas de laurel o huesos de pollo. Antes de abrir el grifo, separa los residuos y bótalos para que no se tape el drenaje, se desborde el agua sucia y te llenes hasta los codos de suciedad.

Ordena y clasifica antes de empezar

Lo creas o no, organizar los utensilios y objetos de lo más limpio a lo más sucio hará más simple todo este proceso. La pregunta es: ¿Cómo hacerlo? Es simple, sigue estos pasos:

  1. Remoja, por un lado, ollas, cacerolas, sartenes y bandejas.
  2. Inicia lavando vasos y copas de vidrio para que no se llenen de grasa proveniente de ollas y platos.
  3. Continúa con platos, tazas, cuencos y cubiertos.
  4. Finalmente, cuando los restos pegados a las ollas se hayan reblandecido, termina de lavar lo que está en remojo.

Utiliza agua caliente

El agua a elevadas temperaturas es ideal para reblandecer alimentos, remover salsas, desincrustar la grasa y destruir bacterias, así que, si tienes la posibilidad, no dudes en lavar los platos con agua caliente y desaparecer manchas en cuestión de segundos.

Prepara tu propio superdetergente

El jabón friegaplatos común goza de muchas cualidades para arrancar la suciedad, de eso no dudamos, pero si lo mezclas con un poco de vinagre, dos cucharadas de bicarbonato de sodio y el zumo de un limón, incrementará al máximo su poder y arrancar la grasa será mucho más sencillo.

Nota: Si las ollas o sartenes tienen restos pegados al fondo, llévalos al fuego durante 20 minutos con agua, vinagre y un par de cucharadas de bicarbonato de sodio

Enjuaga y luego lava

Evita a toda costa malgastar agua, por el contrario, haz espuma y cuando todo esté enjabonado, aclara bajo el chorro todas las piezas que estás lavando. Así, se irán aclarando las de abajo con el agua que va cayendo. Un inteligente hábito con el que consigues un ahorro sustancial de agua, tiempo y esfuerzo.

¡Y no olvides proteger tus manos con guantes de goma! Especialmente si tienes pensado verter productos desengrasantes, así no lastimas tu piel con las sustancias químicas nocivas, evitas que el agua caliente te queme y previenes que resbale la vajilla. También te recomendamos reemplazar la esponja al menos una vez al mes, ya que acumulan hongos, bacterias y con el tiempo pierden su forma.

Salir de la versión móvil