Existen diversos electrodomésticos en la cocina sin los cuales parece que no podemos vivir y la freidora de aire se ha convertido en uno de ellos. Este sencillo dispositivo nos ayuda a preparar recetas sencillas y saludables, lo que ha hecho que se convierta en un indispensable para los consumidores.
Sin embargo, su uso continuado, también puede suponer un incremento en nuestra factura de la luz. Por eso hoy vamos a ver cuánto consume una airfryer y si es preferible utilizarla antes que otros electrodomésticos o no.
La airfryer, el nuevo electrodoméstico que todo el mundo quiere tener en casa
Como ocurre en todos los sectores, el ámbito de la cocina también se mueve por modas y una de las protagonistas de los últimos años es la freidora de aire. Los motivos son claros: es económica, sencilla y de emplear y prepara recetas saludables. Razones más que de sobra para comprar una para nuestra casa.
No obstante, hay algo que muchas veces pasamos por alto a la hora de adquirir este tipo de dispositivos y es el coste que nos pueden suponer en nuestra factura de suministros. Por eso, a continuación vamos a analizar el gasto real a nivel de luz que supone usar una airfryer.
Esta es la electricidad que consume tu freidora de aire
Las freidoras de aire se han convertido en un electrodoméstico muy útil y que, en muchos casos, usamos para sustituir no solamente a la freidora sino también al horno. Por eso, a la hora de calcular su gasto, es importante que tengamos en cuenta como referencias estos otros dos dispositivos. Vamos a centrarnos en el gasto de una freidora de aire que tenga una potencia aproximada de unos 1.550 W, lo que hablando de capacidad correspondería con unos 5 litros, suficiente para realizar recetas para una familia de 4 personas.
Eligiendo un aparato de este tipo, podríamos decir que el consumo aproximado de la misma es de unos 53 céntimos por hora. Por lo que, si lo comparamos con un horno cuya potencia media sea de 2.100 W y con un consumo de 71 céntimos por hora, veremos que la freidora resulta más rentable. Pero no solamente debimos medir el ahorro en términos energéticos. La freidora de aire también tiene la gran ventaja de que no emplea aceite para su cocinado, lo que supone no solamente un acabado más saludable, sino también un menor uso de ciertas materias primas que también conllevaría un ahorro para nuestro bolsillo.
Existen errores que aumentan el consumo de la freidora de aire
Como acabamos de ver, la freidora de aire supone un mayor ahorro en términos de consumo de energía, pero es importante aclarar una cosa: siempre y cuando se utilice correctamente. Y es que, como se trata de un electrodoméstico muy moderno, aún no sabemos cómo usarlo y esto hace que cometamos errores.
Pautas incorrectas de cocinado que van a terminar haciendo que nuestro dispositivo consuma más de lo que debería hacerlo y que debemos conocer para modificarlas en la medida de lo posible. Por ejemplo, el hecho de precalentar nuestra airfryer, puede suponer un coste adicional y, en la mayor parte de las veces, no es algo totalmente necesario. Va a depender de cuestiones como si los alimentos están congelados previamente o no.
Pero existen otros muchos errores como no quitar correctamente la humedad de los alimentos, no aprovechar el espacio o llenar demasiado nuestra freidora y otra serie de cuestiones que es fundamental conocer y analizar para así optimizar el uso de nuestro dispositivo. De esta forma, conseguiremos que el gasto sea el mínimo y a la vez podremos seguir sacándole provecho a este maravilloso electrodoméstico.