Todos sabemos lo que la limpieza básica del hogar engloba: limpiar y desinfectar el baño, asear la cocina, pasar la fregona, lavar y recoger la ropa y cuidar los muebles. Ahora bien, ¿qué hay de aquellos lugares olvidados?, ¿Realmente tienes una óptima higiene en toda la casa? Quizás estás olvidando ciertos objetos y rincones que acumulan mucho polvo y suciedad.
¿Se te ha venido alguno a la mente? A mí también, y hoy te contaré cuáles son. Toma nota de cuáles son las cosas que no limpias en casa y deberías hacerlo cuanto antes para evitar nidos de bacterias y mugre excesiva. ¡Presta mucha atención!
Lugares y objetos que olvidas limpiar y que deberías hacerlo más a menudo
Cada hogar es un mundo con normas, dinámicas y rutinas variadas, no obstante, algo que tienen en común casi todos, es que se pasa por alto el aseo de ciertas zonas que no parecen tan importantes, pero que, a la larga, habitan gérmenes, ácaros y microorganismos nocivos para la salud. Así que, si creías que todo estaba impecable y reluciente, mejor revisa esto antes de darlo por hecho:
El colchón y las almohadas
A menudo lavamos la ropa de cama y las cobijas, pero, ¿le prestas la suficiente atención a las almohadas y al colchón? Lo más probable es que la respuesta sea un no. Y es que con el tiempo aparecen marcas amarillentas de humedad, saliva, sudor, polvo y piel muerta y se produce una superficie propicia para el crecimiento de ácaros y bacterias responsables de infecciones y alergias.
Lo recomendable es lavar las almohadas cada 3 meses con agua tibia y secarlas en la secadora a baja temperatura junto a algunas pelotas de tenis para que no se apelmacen. En el caso del colchón, lo ideal es esparcir bicarbonato de sodio en todo el tejido, dejarlo actuar por 6 horas y pasar la aspiradora, si notas manchas, límpialas con agua oxigenada y jabón (y de ser posible, ponlo un par de horas al sol) ¡Quedarán impecables!
El interior del horno y microondas
Todos huimos a la limpieza de estos electrodomésticos, en especial del horno ¡Es tan difícil que no queremos ni verlo! La próxima vez que planifiques limpiarlos, no lo hagas con lejía ni químicos demasiado agresivos, mejor hazlo con agua caliente, bicarbonato de sodio y vinagre blanco (o ácido cítrico) ¡Será mucho más fácil, efectivo y amable con el medio ambiente!
La cafetera
No concibo empezar mis días sin una buena taza de café ¡Es imposible para mí! Por ese mismo motivo, es vital limpiar la cafetera por dentro como mínimo cada tres meses (o de acuerdo a la frecuencia de uso) para que no crezcan bacterias, sarro y no cambie su delicioso sabor.
Una excelente alternativa ecológica para descalcificar y desaparecer los minerales adheridos en el interior es con una mezcla de vinagre, limón y agua. Simplemente, debes verter la solución en el depósito, encender el aparato (como normalmente lo haces para preparar un café) y dejar que el líquido pase por el interior, deja que se entibie y luego llena de agua limpia nuevamente para eliminar los restos de vinagre con el agua hervida.
Control remoto y mandos a distancia
El control del Xbox, del aire acondicionado y el mando de la TV ¡Todos deben limpiarse! Aunque no se vea de manera exagerada, acumulan mucha suciedad, sobre todo si los utilizas mientras comes o bebes. La mejor manera es hacerlo con un paño impregnado con un poco de desinfectante (alcohol es una buena opción).
Los interruptores, picaportes y manijas
Los tocamos a diario, varias veces al día y no necesariamente con las manos completamente limpias ¿Cierto? Y aun así, ¡nunca los limpiamos! La próxima vez que limpies en casa, pasa un paño humedecido alcohol sobre ellos para desinfectarlos.
Nota: Ten cuidado que no se filtre en los interruptores.
El teclado y el mouse del ordenador
Para quienes estudiamos, trabajamos y pasamos tiempo de esparcimiento en el ordenador, sabemos de tomar café y aperitivos sobre el escritorio, y aunque no es lo más recomendable, a veces es inevitable. Por eso, es esencial que limpies bien el ratón y el teclado para sacar restos de comida, polvo y sucio alojado entre las teclas ¡Pero nunca lo hagas con líquidos o la aspiradora!
Cubos de basura
Aunque suelen estar sucios, con mal olor y llenos de, como su nombre lo indica, basura, son unos de los grandes olvidados. No importa si es el cubo del baño, de la cocina o el de la oficina, es vital limpiarlos y desinfectarlos de forma habitual con jabón y un desinfectante adecuado (la lejía es el mejor en estos casos), y al final, enjuagar con agua caliente. ¡Dile “hasta la vista” a la pestilencia!
Esponjas, estropajos y bayetas
A pesar de que son utensilios destinados a la limpieza, deben lavarse y desinfectarse como mínimo una vez a la semana con cloro o lejía para prevenir que microorganismos y hongos tóxicos para la salud habiten y se reproduzcan en ellos.
¡Recuerda! La humedad es el peor enemigo de las esponjas y trapos, así que después de lavarlos, extiéndelos un par de horas al aire libre y de ser posible, déjalos al sol para que se eliminen por completo los gérmenes y moho.