El pasado invierno lo empezamos con el miedo y la incertidumbre de si íbamos a poder sobrevivir al mismo con los recursos energéticos que teníamos disponibles, todo ello debido a la crisis energética ocasionada por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
No obstante, lo hemos salvado con creces, aunque también con un aviso: quizás en 2023 no tengamos tanta suerte y haya problemas con el suministro de calefacción. Te contamos lo que dicen los expertos sobre el próximo invierno y los problemas a los que nos vamos a enfrentar para entonces.
Las altas temperaturas, la clave para superar la crisis energética
El invierno de este pasado año ha sido particularmente raro, estando marcado por las altas temperaturas que nos han acompañado hasta prácticamente el mes de enero.
Y, han sido precisamente estas temperaturas, las que nos han ayudado a librarnos de un gasto energético mayor que podría haber afectado de manera mucho más seria al suministro de gas en los distintos puntos del país. Esto es lo que explica Antonio Turiel, científico del CSIC experto en recursos energéticos. El especialista habla sobre el hecho de que el consumo de energía de este año ha estado condicionado por las temperaturas, que han estado 15 grados por encima de la media.
Una situación que ha provocado que los consumidores enciendan menos la calefacción que otros años, aunque no ha sido el único, el increíble aumento de precio de los combustibles también ha sido decisivo. Como también lo ha sido el cierre de muchas empresas que utilizaban gas, como aquellas dedicadas a la cerámica, el ladrillo o el vidrio.
Incertidumbre ante lo que nos va a deparar el invierno del año 2023
Las palabras que más se escuchan cuando se habla de energía por parte de los expertos son las siguientes: volatilidad e incertidumbre. Se espera que los precios continúen oscilando mucho a lo largo de todo el año. La caída de Sillicon Valley Bank y el rescate de Credite Suisse han provocado un arranque de crisis financiera muy fuerte y con gran miedo en los mercados financieros. Lo que supone una volatilidad que resulta especialmente problemática para los inversores.
Pero, además, debemos ser conscientes de que el problema de abastecimiento energético continúa existiendo y va a seguir estando presente durante todo el año, aunque no tengamos que utilizar la calefacción. El conflicto entre Rusia y Ucrania continúa activo, con las consecuencias que eso está suponiendo a nivel mundial, por lo que no hay perspectivas de mejora a este respecto en un periodo a corto-medio plazo.
Y, a todo esto, tenemos que sumarle la situación relativa al cambio de temperatura. Si bien es de esperar que de cara a 2023 todo continúe más o menos igual a este respecto debido al cambio climático, también puede ocurrir al contrario. De manera que, en caso de que volvamos a experimentar temperaturas más bajas, la situación podría ser realmente problemática para muchas viviendas, las cuales ya han tenido que pasar a lo largo de este invierno por una situación bastante precaria.