Después de un largo y cansado día de trabajo, lo primero en lo que pensamos al llegar a casa es en recostarnos a descansar, tomar una siesta, hablar del día con nuestra pareja o simplemente ver noticias y memes en el móvil. Sin embargo, en este lugar pasamos un tercio de nuestra vida, y, con el pasar de los días, aparecen bacterias e incluso algunos insectos originados por el sudor, caspa, polvo, y otros agentes que se alojan en sábanas, edredones, almohadas y, si no se realiza una limpieza periódica y se higieniza y desinfecta el colchón ¡Hacen de este sitio su nueva casa!
Aunque cada casa tiene sus hábitos y costumbres, los expertos en el ámbito de limpieza y aseo, expresan que es vital la desinfección a fondo de las almohadas cada 3 meses y que existe un periodo de tiempo prudente para cambiar y lavar las sábanas y fundas para prevenir la presencia de ácaros, hongos que se propagan en el cuerpo -en especial en las heridas- y microorganismos nocivos para la salud. Hoy queremos contarte qué sucede si no se lava la ropa de cama habitualmente y cuál es la regularidad idónea para una buena higiene.
¿Cuáles son las consecuencias de no lavar la ropa de cama frecuentemente?
Si te descuidas con el aseo de esta parte del hogar, lamentamos informarte que, a mediano y largo plazo, esto acarrea efectos negativos en la salud. Uno de ellos: ácaros de polvo, que son insectos microscópicos que devoran células muertas de la piel, se reproducen y mueren en las mismas sábanas donde duermes cómodamente, generando alergias e incluso fallas en el sistema inmunológico.
Otro mal asociado son los eczemas o irritaciones por el polvo, suciedad y partículas de piel muerta, además, si no se lavan las sábanas y fundas de almohadas, se vuelve inevitable el riesgo de infecciones bacterianas por hongos generados gracias a la humedad de la sudoración al dormir, saliva e incluso orina.
¿Con qué frecuencia se deben lavar las sábanas?
Según la mayoría de profesionales en el área, el tiempo adecuado entre lavado y lavado de sábanas es de una vez por semana. No obstante, otros recomiendan cambiarlas dos o incluso tres veces por semana, dependiendo de factores como el sudor o el estado de salud en el que nos encontremos.
Muchas personas las reemplazan una vez al mes, lo cual es un error garrafal. No olvides que no es conveniente, en especial si duermes desnudo, sudas considerablemente, vives con mascotas, tienes heridas abiertas, eres alérgico o sufre de alguna afección respiratoria, como, por ejemplo, asma.
Ahora bien, ¿sabes cómo lavar y desinfectar sabanas correctamente?
Indiferentemente, si quieres lavar las sábanas en lavadora o a mano, se recomienda lavarlas con agua caliente a una temperatura entre 40° a 60° C para eliminar gérmenes y ácaros con el calor. Pero, antes de hacerlo, revisa y lee cuidadosamente la etiqueta para identificar el trato idóneo y las instrucciones de lavado de acuerdo al material de fabricación, así se previenen maltrato accidental al tejido.
Para el lavado, además del agua caliente, bastará con detergente líquido o en polvo. Y si hay manchas de maquillaje, humedad o sangre de menstruación, mezcla de bicarbonato, un poco de agua oxigenada y una cucharada de sal. Aplícala sobre la mancha y déjalo actuar por 30 minutos. Al finalizar, lávalas como de costumbre.
Una vez hayas terminado de lavar las sábanas, tiéndelas al sol por una hora para acabar con cualquier rastro de bacteria alojada en las fibras del tejido.
Y, por último, recuerda que la ventilación de las habitaciones es de gran ayuda, pues neutraliza malos olores, mejora la calidad del aire y reduce riesgos derivados a transmisión de virus por aire. Cada mañana, sacude, estira y ventila tu ropa de cama. ¡Cuida de ti y de los tuyos!