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4 excelentes recomendaciones para cuidar el olivo que tienes en tu patio o jardín. Un árbol fácil y agradecido

Hermoso y rustico además de fácil de cuidar. El olivo como árbol emblemático del mediterráneo

Si existe una planta simbólica del mediterráneo y de nuestra cultura está sin lugar a dudas es el olivo y desde hace unos años hemos logrado observar cómo ha ido ganando espacio en los jardines y en los patios españoles y todo gracias a su elevada resistencia y a su excelente disponibilidad para lograr ser cultivada con el mínimo de cuidados y con una sencilla atención. Simplemente, mucho amor y algunos mimos necesarios como los de cualquier otra planta con una corta lista de  necesidades parta ofrecerte la fruta de la aceituna, un aceite maravilloso en lo culinario y grandes aportes de polifenoles.

El árbol del olivo además de ofrecerte una fruta muy estimada en lo medicinal, nutricional y culinario es capaz de ser una planta muy ornamental con un porte elegante y bello que gracias a la altura alcanzada y a permitir su poda es perfecto para ofrecer una buena sombra, permite ser cultivado ya sea directamente en el suelo o en maceta y es capaz de ser longevo y resistente. Una planta adaptativa y muy ruda con la cual dar ese toque de rusticidad a tus espacios y que en solo unos pocos años puede ofrecerte un buen tamaño y por supuesto las antioxidantes aceitunas.

Los mejores 4 consejos para un olivo sano y fuerte

1.  Espacio y sol para crecer

Ya sea que dispongas de una plantación en maceta o directamente en el suelo los olivos necesitan del necesario espacio para desarrollarse a plenitud, si bien la planta suele desarrollarse lentamente es imperativo que puedas ofrecerle el espacio necesario con antelación, además de la necesaria exposición solar que todo arbusto necesita.

cultivar arbusto olivo

Las heladas invernales hacen algo de daño a los olivos cuando estos están jóvenes por lo que se recomienda una siembra en maceta si consideras plantarlo en un sitio muy frío. Una maceta con ruedas sería un gesto que permitirá a la planta crear raíces fuertes en su juventud y poder movilizar la planta a diversas locaciones en dependencia de tus necesidades.

2. Alejado de los suelos húmedos

Los olivos aunque son capaces de crecer en cualquier tipología de suelos inclusive en suelos elevadamente pobres y hasta con altos grados de salinidad. Pero lo que si debes tener en cuenta es la capacidad del suelo para drenar el exceso de agua (esto es fundamental para el bienestar de esta planta). Los olivos toleran muy poco el exceso de agua y los encharcamientos demandando una correcta y efectiva evacuación del agua empleada para su riego.

Un error muy común es plantar un olivo rodeado de césped y lo cierto es que es uno de los peores lugares para hacerlo. Ya que el césped mantiene una gran capacidad de retención hídrica. Es decir: se le estará aportando una excesiva cantidad de humedad al árbol desencadenando ataques de hongos y hasta la posibilidad de que sus raíces se pudran.

Pero la solución es plantarlo acompañado de otras plantas propias del clima mediterráneo como las suculentas o la lavanda. Todas estas comparten esa baja demanda hídrica y de humedad y logran combinar un entorno perfecto para que el olivo logre un desarrollo saludable sin ningún tipo de problemas asociados con el exceso de humedad.

Lo ideal es no regarlo y disponer que pueda suplirse de la humedad que le proporcionan las lluvias naturales, en caso de que la planta sea muy joven (primer año) se recomienda regarla de forma sustancial para que las raíces puedan desarrollarse de modo correcto, pero siempre asegurándote de que cada vez que vayas a regarlo el sustrato efectivamente se encuentre seco.

3. Un abonado anual

Así como la luz solar y el agua son necesarios para el desarrollo de la planta de olivo y te garantizan un crecimiento acorde a su desarrollo para lograr cosechas excelentes de aceitunas y una salud general de la planta, también es importante el hecho de lograr abonar este árbol con una frecuencia anual. Una nutrición mediante el abonado que solo se lleva a cabo de modo anual puede darte una idea de la sencillez que te ofrece esta planta en cuanto a cuidados.

Simplemente, bastará con que logres una eficiente mezcla de abono orgánico con el sustrato que se encuentra alrededor del árbol. Para ello puedes guiarte por el área que marca su misma copa. Y ¿Cuál es el momento ideal?, los especialistas y entendidos recomiendan hacer este abonado al final del invierno en los climas fríos y en otoño para aquellos climas cálidos donde no se producen heladas.

4. Una poda para lograr la forma deseada

Aunque no es una labor de vida o muerte es ampliamente necesaria llevarla a cabo si quieres lograr poder domar su forma, el olivo permite que puedas podarlo y adaptarlo a tus personales necesidades sin que esto repercuta de forma negativa en su salud. Lo importante es elegir de modo adecuado las herramientas necesarias según la envergadura y el tamaño de tu árbol y en dependencia de la edad del olivo puedes podarlo de 3 diversas maneras.

En cualquiera de los 3 casos antes mencionados esta poda se llevará a cabo entre los meses de febrero y de marzo, un momento donde el invierno está terminando y permitirá que las cicatrices de la poda puedan sanar perfectamente bien.

Estos 4 maravillosos consejos permiten que puedas disfrutar de un olivo saludable que te permite un desarrollo y un crecimiento majestuoso y por ende una cosecha de frutas sanas y saludables, aportando máxima calidad para que logres aceitunas ideales para que puedas elaborar aceite de oliva desde tu hogar y así disfrutar de la belleza de este emblemático árbol y además de todas las propiedades y beneficios de esta maravillosa y antioxidante fruta.

Recuerda que el momento perfecto para podar el olivo es entre finales de febrero y marzo.

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