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Cálido, sencillo y acogedor: diseña un dormitorio de estilo nórdico para tus hijos

Es un estilo que transmite calma y que se adapta perfectamente a cualquier edad de los niños

Rosas, azules, verdes o amarillos han sido los grandes protagonistas de los dormitorios infantiles durante mucho tiempo. Estancias que se llenaban de color en paredes y mobiliario. Sin embargo, el estilo nórdico poco a poco se ha ido haciendo hueco en los dominios de los reyes de la casa. Esas habitaciones, así, se transforman en espacios mucho más serenos.

Decorar un dormitorio infantil en ese estilo nórdico cálido y acogedor no es complicado. Y tiene la ventaja de que es un estilo que se adapta perfectamente tanto a bebes como a niños algo mayores. Significa que la habitación crecerá con ellos y se podrá adaptar a su edad o sus necesidades sin grandes problemas. Si quieres conocer todas las claves, toma nota.

La paleta de colores: base de la decoración del dormitorio

Ocres, tonos tierra y beiges son los colores que predominan en el estilo nórdico. También el blanco o el gris claro en el mobiliario, que ayudan a crear ambientes muy relajados y serenos. Pero para una habitación infantil pueden parecer demasiado fríos. Por ello, en dormitorios infantiles la clave está en introducir complementos que aporten una nota de color y calidez. Lo ideal son tonos pastel, alegres, pero muy suaves.

dormitorio infantil blanco

¿Qué complementos son perfectos para dar ese toque de color al dormitorio? Por ejemplo, los textiles: colchas, cojines o cortinas con detalles en forma de animalitos, de estrellas, de nubes, etc. Otra posibilidad de hacerlo a través de otros elementos, como pueden ser lámparas, cuadros o incluso tiradores de los muebles.

Madera y fibras naturales

Son los materiales estrella en una decoración nórdica. En la habitación infantil, la madera es la base de un mobiliario sencillo, pero funcional. Si quieres dar un toque diferente, pon una cama con dosel o estructura. La combinación en mobiliario de la madera con superficies lacadas en blanco es otra de las claves.

En lo que se refiere a las fibras naturales, son la materia prima para esas cestas o cajas de todo tipo de tamaños que sirven para tener los pañales o las cosas de aseo del bebé siempre a mano o para guardar los juguetes de los niños cuando son más mayores. Pero también son perfectas para hacer un divertido columpio en la habitación o unos pufs redondos superdecorativos.

Papel pintado y alfombras

Si te apetece dar un poco más de vida a las paredes del dormitorio infantil, el papel pintado es la alternativa. En este estilo debes apostar por estampados sencillos y esa paleta de colores básica. Puedes hacer con ese papel un sencillo zócalo o forrar todas las paredes. En cualquiera de los casos, el resultado será cálido y muy delicado. Otra posibilidad son los vinilos decorativos que puedes pegar en la pared, pero también en muebles y armarios.

Y, como complemento ideal, las alfombras. Si los niños son pequeños, una alfombra mullida en color blanco o tierra combinará perfectamente con la decoración. Si son más mayores, o también cuando las temperaturas son más altas, puedes cambiar esa alfombra de lana o de nudos por otra de fibras vegetales.

Más ideas para un dormitorio infantil nórdico

Aunque ya hemos explicado las bases de este estilo, en un dormitorio infantil aún puedes introducir otros elementos para conseguir ese espacio dulce y agradable donde tu hijo se sentirá cómodo y feliz. ¿Qué otros aspectos son importantes?

Pero, ante todo, en un dormitorio infantil de estilo nórdico lo que debe predominar es la sencillez. No sobrecargues los espacios. Elige muebles que se adapten a la edad de los niños (mucho mejor si pueden crecer con ellos) y no llenes la habitación de elementos decorativos. En este caso, el que manda es el minimalismo.

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