Dividirse las tareas es la mejor forma de realizar las tareas de limpieza y mantenimiento del hogar, sin embargo, para quienes nos toca lavar la ropa, existen ciertas dudas que, en ocasiones, nos hacen perder el sueño, por ejemplo: ¿Es mejor usar agua fría o caliente?, ¿Qué se puede secar al sol y que en secadora?, ¿se puede aplicar suavizante a todo?
Ahora bien, aunque son temas muy importantes, no son esas las interrogantes que aclararemos en esta oportunidad. Hoy queremos responder qué es lo más recomendable después del lavado de la ropa ¿Doblar o colgar las prendas en el armario? ¡Sigue leyendo y conoce la respuesta a esta pregunta más común de lo que crees!
Cómo y cuándo doblar o colgar la ropa según profesionales
Aunque usualmente no se le preste atención que amerita y todo varía de acuerdo a nuestras preferencias personales y características del lugar donde guardamos la ropa, la verdad es que la manera en la que guardas las prendas hace muchísima diferencia en cuanto a su cuidado y vida útil. Toma nota de las siguientes recomendaciones de expertos en el área:
El peso
Todo lo que sea muy pensada como para ser colgada en un gancho, debe doblarse, además, aquellas que integran muchos elementos decorativos como cuentas o demasiadas lentejuelas, dirigen el peso a zonas exactas que, con el tiempo, pueden afectar su forma original.
El tipo de material
Los materiales que se arrugan con facilidad como la seda, satén y el encaje deben colgarse para cuidar su apariencia, lo mismo aplica con aquellas que se almidonan, como el algodón.
Las telas elásticas y los bordados como la licra y los jerséis se tienen que doblar para prevenir que se aflojen y se pongan “aguadas”. Por otra parte, toda pieza bordada debe guardarse doblada para que el peso no repercuta en su estética.
¿Qué prendas se deben colgar o doblar?
Ya sabes que lo esencial es evaluar el peso y el material de la pieza para no estropear su forma o crear arrugas o dobleces antiestéticos casi imposibles de eliminar, ahora fíjate en qué es lo que debe ir doblado o colgado:
Doblar
Vestidos o chaquetas con adornos pesados, suéteres, ropa deportiva de algodón o licra sintética, jerséis gruesos, prendas bordadas o de cachemir y todo tipo de jeans.
Colgar
Camisas de algodón almidonadas (y en perchas largas que vayan de hombro a hombro), piezas plisadas, pantalones de vestir de telas más finas, trajes, blazers, vestidos (que no pesen demasiado) y toda ropa que sea ligera y propensa a arrugarse.
No olvides que además de conocer las necesidades de cada tela y prenda en específico para tratarlas mejor y que se mantengan impecables por años, es vital considerar el espacio disponible en el armario, ya que de esto depende todo. Dale prioridad a la ropa que usas a menudo, a los tejidos más finos y delicados.