Llega el calor y nos apetece estar fresquitos. Esos nórdicos y mantas calentitas que nos han acompañado durante muchos meses ya no tienen lugar en el dormitorio. Tampoco esos textiles de colores sobrios o estampados sencillos. Ahora llega el momento de vestir la cama con ropa mucho más alegre, colorida y también fresquita.
Sustituir la ropa de cama por otra muy veraniega tiene otra ventaja: por muy poco puedes renovar la decoración del dormitorio y hacer que parezca totalmente diferente. Poner colchas y cojines nuevos será suficiente para dar a la estancia ese estilo que te hará sentirte bien nada más entrar en ella. Te vamos a dar algunas ideas para que puedas empezar a renovar tu dormitorio.
Un dormitorio total white
El blanco tiene una ventaja: pasan las modas pero siempre se mantiene entre las últimas tendencias. Además, es el color más refrescante por naturaleza. Por ello, es perfecto para vestir la cama cuando las temperaturas empiezan a subir. Y si de tejidos hablamos, seguro que ya lo sabes: algodón y lino son ideales para el verano porque dejan transpirar.
Si el blanco total te parece soso, no dudes en introducir algún elemento en colores muy suaves, puede ser algún cojín o un plaid veraniego. Pero puedes conseguir que la cama no se vea sosa de otra manera: combina tejidos en diferentes tonos de blanco y con texturas, de esa forma también conseguirás dar un toque de dinamismo y estilo a ese dormitorio.
Al azul: un color que nunca falla
El azul nos recuerda al mar y a ese cielo limpio del verano. Por ello, es un color perfecto para vestir la cama en esta estación. Una idea siempre atractiva es darle al dormitorio un toque muy mediterráneo combinando blanco y azul. El tono del azul lo puedes elegir sin problemas, desde el marino a ese otro casi verdoso, cualquiera de ellos es perfecto.
¿Cómo darle al dormitorio ese toque irresistible? Hay mil formas de conseguirlo. La más sencilla es una base blanca y cojines en diferentes tonos de azul. O al contrario, opta por una colcha en azul claro y combina con cojines en un todo más oscuro y blancos. Si te atreves, puedes jugar incluso con rayas y cuadros. La combinación de estos colores siempre funciona y dará al dormitorio un ambiente muy refrescante.
Colores tierra
Marrón claro, terracota, arena o topo son colores que también nos recuerdan a la naturaleza. Por ello son siempre una buena idea para decorar el dormitorio. Especialmente el terracota es tendencia, por ello es una buena forma de darle ese aire actual y refrescante que buscas para el dormitorio, sobre todo combinado con una alfombra de fibras naturales.
Po otra parte, estos colores tienen la ventaja de que combinan bien no solo con blanco, también con granate, con gris y con diversas tonalidades de verde y de azul. Por ello es muy sencillo conseguir efectos muy diferentes en el dormitorio, desde los más relajantes a otros más atrevidos. Tú decides.
Estampados vegetales y florales
Las flores y los estampados vegetales son maravillosos para llevar una nota de alegría y de color al dormitorio. Además, los puedes elegir en infinidad de modelos diferentes. Apuesta por estampados selváticos y el colores llamativos si quieres un dormitorio con mucha fuerza. Si en en el cobertor te parecen excesivos, introdúcelos en los cojines, el efecto será muy parecido.
¿Prefieres una decoración menos llamativa y muy elegante? Las flores nunca fallan. Opta por estampados con motivos grandes y colores suaves, le darás al dormitorio y aire muy refrescante con un toque romántico que te enamorará.
Llena el dormitorio de color
¿Quieres un dormitorio lleno de vida, alegre y vibrante? El verano es el momento perfecto para transformarlo. Rojo, amarillo, verde esmeralda, azul eléctrico, fucsia… Elige el color que más te guste y conviértelo en el protagonista de la ropa de cama. Hazlo con textiles lisos combinados con otros estampados, por ejemplo, a rayas o cuadros. Puedes darte, incluso, el lujo de jugar con varios colores para conseguir una estancia con una personalidad propia.
Mezcla colores y motivos
El verano da mucho juego para que puedas crear un ambiente con mucho carácter en el dormitorio. Más allá de la variedad de colores y de motivos que puedes elegir para la ropa de cama sin que el efecto sea excesivo, también puedes mezclar texturas y estampados. En este último caso, no tengas miedo a combinar patrones: cuadros, rayas, estampados geométricos, flores, etc. Recuerda, eso sí, que haya una cierta sintonía cromática para que el efecto no sea desequilibrado.
Si no te atreves a tanto, simplemente, mezcla diferentes tonos de un mismo color o colores que se lleven bien. Si además juegas con las texturas de los tejidos, el efecto puede ser vibrante, alegre y muy elegante a la vez.