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Así es la energía mareomotriz: la renovable que proviene de la fuerza del mar

Esta energía nos ayuda a cuidar el planeta y puede suponer un importante ahorro económico

Las energías renovables han cobrado un especial protagonismo durante los últimos meses, convirtiéndose en una de las opciones más interesantes tanto para usuarios como para empresas. Todo ello debido al gran incremento que están sufriendo el precio de todos los combustibles por el conflicto que se está desarrollando en Ucrania.

Por eso ha llegado el momento de conocer más a fondo la mayor parte de estas energías limpias y una de ellas es la mareomotriz. Pero, ¿qué es la energía mareomotriz? ¿Cómo funciona? Si quieres saber más sobre ella te aconsejamos que sigas leyendo porque te lo vamos a contar todo.

En qué consiste la energía mareomotriz

La energía mareomotriz es un tipo de energía renovable que se basa en el movimiento de las olas, mareas y corrientes para conseguir producir energía que luego podamos utilizar en nuestras viviendas de manera habitual. Convirtiéndose en una de las opciones más limpias y cuidadosas con nuestro planeta.

energia mareomotriz que es

En este sentido, debemos tener en cuenta que los océanos cubren alrededor de un 70% de la superficie de nuestro planeta y que su movimiento es constante, lo que nos puede ayudar a conseguir una energía que se produzca de manera habitual y suponga un importante ahorro energético de otro tipo de combustibles que se están utilizando actualmente y son menos recomendables para el Medio Ambiente, como es el caso del carbón.

Además, este tipo de energía tiene una gran ventaja frente a otras renovables y es que se mantiene estable a lo largo del tiempo. Por lo que podemos obtener energía de manera indefinida, durante todas las horas del día y cualquier día del año.

La energía mareomotriz se produce de esta manera

Pero puede que te preguntes cómo se consigue obtener la energía del mar para luego poder incorporarla a viviendas o empresas y te lo vamos a explicar. El funcionamiento es relativamente sencillo, lo que se hace es colocar boyas en el mar que suben y bajan de una columna debido al efecto de las olas o mediante turbinas que se encuentran sumergidas y son similares a las eólicas.

De esta manera, estos sencillos dispositivos se mueven con las corrientes para aprovechar su fuerza y así generar electricidad. Pero tienen una limitación, y es que solamente pueden ser usados con buenas condiciones climatológicas y en algún lugar que esté situado cerca de la costa.

No obstante, actualmente se está buscando la manera de poder incorporarlo en zonas más profundas sin afectar al ecosistema para así poder sacar aun mayor partido a este tipo de energía renovable.

Distintas formas de explotar la energía mareomotriz

Actualmente, existen dos formas de explotación de la energía mareomotriz que se encuentran en una fase precomercial, si bien es cierto que también hay una tercera cuyos beneficios están pendientes de demostrar y que se llama energía termal oceánica. Vamos a conocer las dos que sí han demostrado ya su utilidad.

Energía mediante corrientes

En primer lugar, tenemos aquello que funciona como si fuera una turbina eólica pero, en este caso, movida por la gran fuerza del mar. En este sentido, debemos tener en cuenta que la densidad energética del agua es mucho mayor que la del aire, por lo que se emplean turbinas de tamaño mucho más pequeños para conseguir la misma producción eléctrica.

Como hemos visto más arriba, estos dispositivos se colocan cercanos a la costa para así sacar partido a las grandes corrientes que se encuentran en la misma, si bien es cierto que se está probando también su uso en los ríos para ver si se les puede sacar partido.

Energía gracias a las olas

La otra opción comercializable se basa en los generadores que funcionan a través del movimiento provocado por las olas que se encuentran en aquellas costas que suelen experimentar gran oleaje debido al viento. En este caso, las mismas funcionan haciendo subir y bajar una boya que ha sido previamente insertada en un pilar flotante.

Este mismo es el que provoca la aparición de energía que luego podemos utilizar, si bien es cierto que tiene el problema de que aún no es un sistema lo suficientemente robusto como para aguantar los envites del viento. Lo cual implica que es necesario invertir en un mayor desarrollo de este tipo de tecnología para sacarle el máximo partido el día de mañana.

En resumen, podemos decir que este tipo de energía se está postulando como una de las más potentes a la hora de producir energía. De hecho, si la comparamos con la energía eólica tiene una capacidad que la supera y se sitúa alrededor del 50 o 70%; mientras que si la equiparamos con la solar también supone una mejora del 15%.

Cuestiones que nos hacen plantearnos esta nueva fuente energética como una de las alternativas más recomendables para conseguir energía limpia de cara a un futuro próximo.

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