La eficacia de las instalaciones de energía solar ha aumentado exponencialmente gracias a las innovaciones tecnológicas y al aumento en el auge de este tipo de energía barata y limpia. Los paneles solares son uno de los componentes principales de toda instalación de energía solar y plenos responsables de la captación de la radiación para convertirla en electricidad o calor, por ello su desarrollo presenta una alta tasa de innovación en forma, tamaños y eficiencia.
El aspecto de los paneles solares, así como los materiales utilizados en su fabricación están en constante actualización para lograr ser adaptados a los tejados y para aumentar la eficiencia en la captura y uso de la energía solar. Ahora es posible que la estética también tenga una gran influencia en su producción, por lo que destacan las placas solares adhesivas, logrando una excelente tasa de eficacia solar y eliminando la necesidad de agujeros en los tejados.
Paneles solares adhesivos para instalaciones rápidas
Esta innovación hace posible que los nuevos paneles ofrezcan un sistema de adherencia en la parte trasera de la placa. Permitiendo la posibilidad de ser ajustados o pegados al tejado y reduciendo o eliminando la apertura de hoyos en los techos para su ajuste y anclaje. Una clara y directa preocupación menos para los propietarios, logrando instalaciones en la mitad del tiempo que los paneles solares tradicionales que utilizan el clásico mecanismo de bastidor.
¿Cómo funcionan los paneles solares adhesivos?
Estos paneles incluyen una cinta o lámina de butilo recubierta con un papel de soporte en su parte posterior y la misma es de resistencia industrial para garantizar la necesaria durabilidad en el tiempo, además de la máxima resistencia a las condiciones ambientales externas. La instalación es de lo más sencillo, ya que simplemente se retira el papel de soporte y se coloca al panel sobre la superficie limpia del tejado de la casa o del negocio, logrando una perfecta fijación con una mínima presión.
Es importante reconocer que este tipo de panel fotovoltaico no goza de estar clasificado como “fotovoltaicos integrados en edificios (BIPV)” al contrario de las tejas solares como las de Tesla. Esto es porque no son capaces de sustituir el material de la cubierta del tejado donde son instalados, sino que son perfectamente colocados sobre la cubierta.
También permiten ser retirados de los tejados mediante la colocación de una manta térmica sobre ellos, pero con el inconveniente de tener que necesitar nuevas almohadillas adhesivas para ser reinstalados. De allí que lo ideal sea combinar los paneles solares adhesivos con una instalación nueva de los tejados, evitando desinstalarlos e instalarlos nuevamente al momento de remodelar el tejado.
Características de los paneles solares adhesivos
Estos paneles solares con capacidad de ser adhesivos son interesantes desde variados aspectos técnicos y estéticos, por lo que nada mejor que llevar a cabo una rápida comparación de ellos con los paneles tradicionales.
Una grandiosa estética
Un perfil bajo y una estética compacta y homogénea hacen de ellos los indicados para ahorrar espacio, mientras su aspecto absolutamente negro permite una gran compatibilidad con muchos tejados.
Precio ajustado a la realidad
Dado que se tratan de una innovación tecnológica, estos paneles aún mantienen precios por sobre los módulos tradicionales, pero que en contraparte son capaces de disminuir los gastos y los tiempos promedios de instalación.
Peso e instalación menos laboriosa
Su ligero peso que permite reducciones de un 40 % con respecto a las placas tradicionales, que facilitan en proceso de instalación y transporte. Además del hecho de no requerir la creación de hoyos en el tejado, facilitando al máximo la instalación y reduciendo tiempo y gastos asociados.
Eficacia, garantía y compatibilidad
Estos paneles son capaces de ser instalados en cualquier tipo de superficie y bajo cualquier grado de inclinación, además de mantener cuotas de eficacia y rendimiento que están a la par de los paneles solares tradicionales. Con relación a la garantía, esta se asemeja a las placas clásicas con mínimos de 10 años y máximos que pueden llegar a los 25 años.