La instalación de sistemas de energía solar, por culpa de depender de la radiación del sol para lograr producir energía eléctrica y climatización, está aferrada a la correcta captación de esta luz solar, de allí que las condiciones ambientes, climáticas y geográficas jueguen un papel de importancia. Igualmente, las temporadas anuales con las diversas estaciones, y ahora que está entrando la primavera, es el momento propicio para la instalación de energía solar.
La opción de las instalaciones de energía solar en la temporada primaveral goza de ser una elección muy válida, España apenas está comenzando con la época primaveral y esta se trata de una de las estaciones que ofrece mayor comodidad y rendimiento de energía solar a paneles fotovoltaicos o térmicos. Un rendimiento que además de incrementarse logra disminuir los precios de la electricidad producida y colabora con el medioambiente en el que vivimos.
La energía solar en la época primaveral
La duración de la primavera es de alrededor de unos tres meses y en este periodo del año los días mantienen una duración de mayor cantidad de horas solares, con una incidencia donde las temperaturas gozan de ser mucho más cálidas que en la temporada invernal. Este cambio ofrece una influencia positiva en el rendimiento general de los paneles de energía solar y se verán grandes beneficios en la producción gracias a este incremento de horas disponibles de sol.
Las instalaciones de energía solar fotovoltaicas son tan eficientes y mantienen tantas ventajas frente a los combustibles tradicionales que compensan durante todo el año, aunque evidentemente en las épocas de calor la producción, generación y conversión de radiación solar a electricidad y calor es mucho mayor, logrando una eficiencia que abarata los precios de la energía y disminuye radicalmente la amortización de estos equipos de energías renovables.
Primavera y otoño, las estaciones ideales para la energía solar
Tanto la primavera como el otoño son épocas anuales ideales para llevar a cabo la colocación e instalación de cualquier sistema de energía solar fotovoltaico. En otoño se alcanzan temperaturas bajo los 25 grados centígrados, lo que corresponde a la temperatura óptima para generar el máximo desempeño de las placas solares, con un rendimiento que se ve favorecido por las extensas exposiciones solares en el día que son comunes en las épocas de primavera y otoño.
Instalar un sistema de energía solar fotovoltaico compensa en todas la estaciones del año, incluido el frío y oscuro invierno. En esta lenta época las temperaturas bajan al mínimo y las horas de luz se extinguen o disminuyen dramáticamente, pero con la atenuante que las instalaciones siguen trabajando de un modo óptimo para producir energía durante todo el año, gracias a los excedentes generados durante los días donde el rendimiento es top.
Asimismo, debe existir un cierto equilibrio entre muchos otros factores determinantes en la producción y eficiencia de las placas solares, como por ejemplo la ubicación, inclinación, orientación, geografía, sombras y tipo de instalación. Todos ellos con diversos grados de incidencia e influencia en el rendimiento de las placas solares a lo largo del año.
Energía solar fotovoltaica y térmica en primavera
La energía solar es la fuente renovable más solicitada y esto se debe a sus grandes ventajas técnicas y operacionales, además de ser limpia y funcional para conseguir generar electricidad, calor y refrigeración. Ya sea que utilices energía solar fotovoltaica o energía solar térmica, estas mantienen una producción que es directamente proporcional a la radiación solar recibida y de allí que la primavera sea una de las temporadas ideales para su correcta instalación.
El eje imaginario sobre el que gira la tierra mantiene una desviación de 23 grados en la época de primavera y esta desviación evidentemente variara a lo largo de las diversas temporadas y estaciones anuales. Afectando la calidad de la incidencia de esta luz sobre la placa solar (sea fotovoltaica o térmica) y determinando el grado de eficacia en la producción de energía (eléctrica o calor) con la cual suplir las necesidades de los hogares, comercios o industrias.
Por todas estas explicaciones es posible determinar y asegurar que tanto la primavera como el verano son las temporadas ideales para instalar un sistema de energía solar en cualquiera de sus modalidades, aprovechando al máximo la radiación del sol para generar energía limpia, ecológicamente aceptable, barata y sin residuos; para satisfacer las puntuales necesidades de los hogares y en muchos casos generar ganancias con los excedentes.