Con el apoyo de los gigantes energéticos mundiales, la Unión Europea lanza una iniciativa con la cual asegurar una base industrial regida por la energía limpia, una decisión llamada “Clean Tech Europe” que no es más que una plataforma que permita un correcto fortalecimiento de las cadenas de valor mediante el empleo de energías renovables y limpias, con la firme intención de lograr una disminución hacia la dependencia y al mismo tiempo ayudar al medio ambiente.
Un mecanismo encargado de crear las condiciones necesarias para disponer de las industrias mejor posicionadas para una transición energética limpia, sincera y digital en toda Europa. Tomando en plena consideración las energías renovables donde sobresalen la solar, la eólica, el hidrógeno renovable y mecanismos eficientes de almacenamiento y distribución de estas energías limpias e idóneas para sustituir a los combustibles fósiles.
Europa quiere cambiar su base industrial hacia las renovables
Una decisión que ya ha sido tomada principalmente gracias a tres razones de peso, primeramente el encarecimiento desmedido de los precios de los combustibles fósiles por culpa de las implicaciones de la guerra Rusia – Ucrania, la contaminación que estos logran ofrecer a todo el ambiente y la necesidad de una salida a la dependencia de este tipo de energía por parte de todo el continente europeo. Es decir, energías renovables que además mantengan el plus de ser de producción propia, ampliamente competitivas y evidentemente limpias.
La Unión Europea y su apuesta por la producción eólica
El consenso establecido por el bloque europeo establece que se requieren 510 GW de energía eólica para el 2030, una suma ambiciosa que en efecto duplica la capacidad total instalada actual de solo 200 GW. Una manera eficiente de sustituir el elevado precio del gas natural que se emplea en la calefacción y en la producción industrial. Con lo que se elevaría la electrificación proveniente de las energías renovables, mientras que el hidrógeno renovable para el 2030 estaría dentro del orden de las 20 millones de toneladas.
300 mil personas y unas 250 fábricas de componentes y turbinas es el arsenal con el que cuenta la Unión Europea en estos momentos con relación a la energía eólica, pero se necesita incrementar esta cifra para garantizar que la cadena de suministro pueda mantenerse en una perspectiva que mantenga lo actual y que además genere el crecimiento sostenido necesario según lo que se quiere alcanzar a futuro.
El apoyo de la Clean Tech Europe para lograr estas metas energéticas
Un problema grave a enfrentar es el de los permisos y el de la burocracia legal, actualmente existen proyectos de energía eólica por el orden de 80 GW atascados en procesos engorrosos de aprobación en toda la UE. Esto garantizará mejoras en la rapidez de la concesión de permisos a las energías renovables para ser aplicadas sin demoras. Así mismo, las subastas de energía deben incluir otros criterios diferentes al precio, como la sostenibilidad, la calidad de vida y los beneficios de la energía subastada a las comunidades locales.
Además de la correcta inversión en infraestructura que permita suplir la creciente demanda de aerogeneradores y de toda la maquinaria que ello implica, como las instalaciones portuarias y un punto importantísimo es el de alinear la política comercial de la UE con su agenda energética. Una manera de apuntar hacia el mismo objetivo, donde los componentes claves y el suministro de materias primas puedan garantizarse y premiar a aquellas empresas e industrias que adopten este tipo de energía renovable.
Una carrera contra reloj que si bien será difícil, permitirá la tan deseada independencia energética sin el nefasto juego de la doble moral, energías realmente limpias y perfectas para colaborar con el cambio climático, cumplir con los objetivos de las cumbres climáticas y al mismo tiempo disminuir en lo posible la dependencia energética de los combustibles fósiles, siempre haciendo uso de una transición energética verde, estable y que beneficie a todos por igual.