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Cómo encarar las tareas de limpieza diarias sin frustración

Haz listas, concéntrate y crea hábitos saludables que te ayuden a facilitar las labores hogareñas repetitivas siguiendo estos consejos.

Sin importar cuán entusiasta seas de la limpieza y el orden de la casa, debes aceptar una cosa: las tareas que se repiten son una verdadera piedra en el zapato que no nos deja alcanzar la relajación y calma que tanto anhelamos. Tal parece que iniciamos, y cuando creemos que por fin hemos terminado, basta un parpadeo para volver a comenzar. ¡No tienen fin!

Lamentablemente, limpiar el hogar no funciona como un proyecto (con inicio y fin), más bien es una labor diaria que, por desgracia, no parece acabar nunca. Así que no, no vale la pena destrozarte las manos y lleva tu cuerpo y mente al límite por dejar la casa impoluta, mejor sigue estos consejos para hacerle frente a las labores recurrentes de limpieza de la manera más saludable e inteligente.

Cómo hacerle frente a las tareas recurrentes de limpieza sin morir en el intento

No es necesario romperte la cabeza y el cuerpo limpiando lo máximo posible en el día, cuando probablemente tengas que realizar la misma faena exhaustiva mañana o un par de días más adelante. Este es un error frecuente que hemos repetido muchas veces, no obstante, existen otras formas de llevar a cabo estas labores domésticas repetitivas sin caer en la frustración y el estrés excesivo, estas son nuestras recomendaciones:

labores casa
Labores casa sin frustración

Los hábitos diarios son lo más importante

Una buena vida nace de hábitos sanos, lo mismo aplica para el estado de la casa donde habitas. Hay deberes “no negociables” que se tienen que ejecutar todos los días, pase lo que pase y que algunas veces toman menos de 30 minutos (mucho menos que los lagos maratones de aseo del fin de semana).

Si no sabes por donde comenzar, haz una lista

Entre los quehaceres hogareños, los debes externos y el trabajo, es difícil organizarse y mantener la calma, es ahí cuando un listado puede ayudar en gran medida, aunque solo tenga escrito “lavar los platos, cocinar el almuerzo, lavar el inodoro”, ¡su efecto en la mente es tremendo!

No pospongas

Hay quehaceres que, aunque parezcan pequeños, hacen muchísima diferencia, en especial por las mañanas. Por ejemplo, no ir a dormir sin lavar los platos, ordenar la encimera y el comedor, hacer la cama al despertarte, recoger la ropa sucia, iniciar un ciclo de lavado, limpiar la suciedad de las mascotas y fregar el WC cada mañana.

Limpieza casa sin pereza

Comprométete contigo mismo/a

Repite estas mismas tareas cada día sin interrupción, y pasados 21 días (el tiempo que toma el cerebro para asimilar estos cambios hasta volverlos rutina), efectuarlas será pan comido y en este punto incluso podrás agregar sin tanto esfuerzo otra tarea “no negociable”.

Recuerda que lo importante no es trabajar más, sino trabajar mejor, sin afectar la salud (física y psicológica). Preocúpate por tus hábitos, compromisos y aprovecha el tiempo al máximo. ¡Mente sana, cuerpo sano y casa en óptimo estado!

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