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Los errores que dejan tu suelo opaco después de acabar su limpieza

Trapear sin barrer, agregar un montón de jabón, no lavar la mopa y otros errores garrafales al limpiar que deterioran tu suelo.

Aunque no nos encante llevar a cabo las tareas domésticas, hay que admitir que después de una limpieza profunda en el hogar, se alberga en nosotros una enorme satisfacción y una sensación de tranquilidad. Nada mejor que caminar descalzos y escuchar como rechina el suelo de lo limpio que quedó, que se perciba un aroma agradable e incluso, para los que como yo somos autoexigentes, que brille como un espejo.

Sin embargo, a la hora de limpiar el suelo se cometen equivocaciones que, en vez de higienizar y dejar impoluta una superficie, maltratan y dejan un aspecto incluso peor a como estaba. Usualmente, se pasan por alto —algunos hasta creen que son correctos—. ¿Se te viene alguno a la mente? Si no tienes idea, sigue leyendo y conoce cuáles son los errores frecuentes al limpiar el suelo en casa que debes conocer para no repetirlos. ¡Toma nota!

5 errores más comunes durante la limpieza del suelo

Una de las superficies en donde más ocurren fallas al momento de limpiar es el suelo. Especialmente cuando se trata de fregarlo con productos químicos abrasivos que ocasionan pérdida del brillo y deterioro de su apariencia. Por suerte, aunque limpiarlo bien es algo tedioso, no es imposible. Lo más importante es que conozcas cuáles son los errores más comunes en la limpieza del suelo para que no los repitas en el futuro:

errores limpieza suelo casa

No barrer/aspirar adecuadamente

¿Qué sucede cuando no se barre o aspira el suelo o se hace de manera deficiente y después se pasa la mopa? La respuesta es simple: manchas de polvo y sucio esparcido. Toda la mugre que no recogiste quedará alojada en la mopa o trapeador y después en el balde con agua. Propagarás tierra por todo el espacio y cuando se seque quedará manchado. Sí, sabemos que quita un poco de tiempo, pero es fundamental recoger el polvo y las partículas de suciedad antes de trapear.

No lavar la fregona o mopa después de usarlos

Este es un fallo que pasa desapercibido en la mayoría de las personas dedicadas al aseo del hogar, y sí, así como el cepillo de barrer debe higienizarse y desinfectarse, la fregona también necesita mantenimiento. Al permanecer mojada, la humedad constante genera crecimiento de bacterias y un molesto olor fétido con el pasar de los días. Lávala después de cada uso con detergente y un poco de lejía y déjala secar al sol.

Nota: Jamás dejes la fregona en el cubo de agua sucia después de limpia. Además de perjudicar este utensilio, se convertirá en un nido de microorganismos que se proliferarán en el hogar.

No cambiar el agua del cubo

Utilizar el mismo cubo con agua para limpiar toda la casa es otra de las equivocaciones más repetidas y que más repercute en los resultados. Básicamente, estarías desperdiciando tu tiempo al trapear una superficie con una fregona que, aunque hayas frotado, sigue sucia al enjuagarla con agua llena de polvo y mugre.

Lo más recomendable es que después de limpiar un espacio determinado, —la cocina, por ejemplo— deseches el agua y la reemplaces por una nueva para limpiar otra estancia.

No escurrir bien la fregona antes de pasarla

¡No dejes el trapeador empapado! Si lo haces, aparecerán manchas oscuras por la humedad y residuos de producto en la superficie. Exprime bien antes de cada pasada para repartir mejor el limpiador, que se seque en menos tiempo y para no maltratar el material en especial, en especial si se trata de parqué.

Utilizar demasiado jabón, limpiador o desinfectante

No siempre aplica la frase: “Mientras más, mejor”. En este caso, es terrible.

Es típico pensar que si se agrega más jabón quedará más pulcro, o si añadimos más producto desinfectante se eliminan más bacterias y queda todo higiénico, pero no, ¡en realidad dejarás marcas rebeldes en el suelo!

Así como lo lees, usar mucho detergente es contradictorio, puesto que necesitarás mucha más agua para poder aclararlo y se corre el riesgo de que el jabón quede marcado y la superficie pegajosa. Presta atención a la etiqueta del producto con el que limpiarás, utiliza lo justo para remover la suciedad, ni mucho ni muy poco.

Finalmente, te recomendamos que tengas varias fregonas para destinar una a cada área: una para el baño, la cocina, la zona donde más descansan tus mascotas y otra para el resto de la casa. Asimismo, aplica limpiadores con pH neutro para materiales delicados como madera, mármol, granito o terrazo para proteger la calidad y alargar su vida útil.

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