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9 errores garrafales en la limpieza a fondo del baño que debes evitar

Puede que pienses que lo haces perfecto, pero quizás estés cometiendo alguna de estas equivocaciones sin darte cuenta.

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¿Cuál es la estancia del hogar que requiere limpieza más frecuente?, ¿La cocina o el baño? En mi caso, con niños en casa, sin duda es la segunda. Tanto, que tuve que contactar personal de aseo profesional y descubrí que cometía algunas equivocaciones en esta tarea que estaban afectando los resultados finales ¡Limpiaba y ensuciaba al mismo tiempo!

Lo peor de todo es que yo no era la única, de hecho, estos errores al limpiar el baño son muy comunes y muchas personas los repiten sin tener idea de que hacen que la suciedad y los microorganismos no se eliminen, sino que viajen de un sitio a otro. ¿Te gustaría saber cuáles son? ¡Sigue leyendo, aquí te contamos!

9 errores comunes en la limpieza del baño que debes dejar de cometer

Si sientes que después de limpiar el baño aún sigue sucio y no se ha ido el mal olor, es probable que, aunque te estés esforzando por dejar todo impecable, no lo estés haciendo del todo bien. Toma nota de los errores en la limpieza del baño más frecuentes e identifica si cometes alguno:

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No ventilar

Mientras limpias, los productos químicos desprenden vapores tóxicos para la salud, en especial si usas lejía o amoniaco. Por lo tanto, lo adecuado es abrir bien la puerta y la ventana. Ciérralas nuevamente una vez se haya secado el suelo, la ducha y todas las superficies del baño. ¡Es una buena manera de prevenir el moho!

No organizar lo necesario antes de empezar

Prepara las bayetas, paños, esponja, cepillo de cerdas duras, escoba, el jabón, el limpiador para inodoro, el producto desinfectante o la lejía.

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No sacar las toallas y alfombra

Lo primero debe ser recoger la alfombra y las toallas para no correr el riesgo de mancharlas con lejía o que se salpiquen de agua sucia mientras vas limpiando. Mejor aprovecha y llévalas a la lavadora con un ciclo de lavado con agua caliente, añade una taza de bicarbonato y vinagre, espera que repose por 10 minutos y luego lava como de costumbre. ¡Es un truco estupendo para evitar malos olores!

Iniciar por el inodoro

Lo más recomendable es aplicar el limpiador de inodoros en toda la superficie interior de la taza para que actúe mientras limpias el resto. Al finalizar todo, el limpiador hará efecto, eliminará bacterias y quedará mucho más impecable. ¡No olvides también lavar la escobilla y portaescobilla con lejía al terminar!

Limpieza inodoro

Lavar solo el interior del inodoro

Muchos creen que basta con frotar con la escobilla el WC, pero nada más lejos de la realidad. También es importante limpiar el exterior del tanque y la base, pues, aunque no lo notes, aloja gérmenes, polvo y marcas de humedad.

Nota: Lo mismo aplica para el exterior del lavabo y del bidé.

No limpiar el mobiliario

Si realizas una limpieza profunda, es vital que organices y limpies el interior de armarios, cajones, y sí, también las lámparas (si las descuidas se vuelven un foco de mal olor).

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Olvidarte de los accesorios y utensilios de limpieza

La jabonera, el recipiente de los cepillos de dientes, el estante del champú y cualquier otro objeto que siempre esté en tu baño debe limpiarse y desinfectarse al menos una vez cada 15 días durante la limpieza profunda.

Tener una sola bayeta para todo el baño

Si limpias el inodoro con un trapo y luego pasas el mismo en el lavabo, aunque veas todo limpio, se trasladarán las bacterias de un sitio a otro. Utiliza una bayeta para el retrete y otra para el lavabo y la ducha (si las eliges de diferentes colores será más sencillo recordar cuál es cuál).

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Asear todo con el mismo limpiador

Si quieres que todo quede limpio y también desinfectado, debes emplear productos adecuados al material y tipo de suciedad. Por ejemplo, un limpiador específico para inodoro (de preferencia con lejía), otro para los espejos y vidrios para no dejarlos manchados y otro para el resto de las superficies. Si no tienes ninguno, un poco de agua jabonosa y un poco de vinagre son estupendos para esta tarea.

Si bien no siempre prestamos atención suficiente a estos detalles y pensemos que no son “tan importantes”, es esencial estar atentos a ellos para evitar suciedad, nidos de bacterias y el tufo dentro del baño. Y tú, ¿cometías algunos de estos errores?

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