Las labores domésticas son fastidiosas, extenuantes y consumen una cantidad incalculable de tiempo que desearíamos invertir en cualquier otra actividad, eso, sin importar cuán optimista seamos, nadie puede negarlo. Y aunque existen tantos trucos de limpieza que son realmente útiles para agilizar el trabajo, hay otras creencias comunes que causan un efecto contrario y en vez de ayudar, empeoran la situación.
¿Y sabes qué es lo peor de todo? Son tan frecuentes y “normales” que miles de personas las que propia casa sin saber que este remedio es incluso peor que la misma enfermedad. Si no quieres caer en estas equivocaciones, sigue leyendo y entérate cuáles son los 8 errores de limpieza que están ensuciando tu casa ¡Y déjalos de cometer!
8 errores de la limpieza que ensucian más la casa
No basta con aplicar un producto multiusos y frotar con un trapo si la superficie está muy sucia, o barrer y recoger el polvo del suelo por salir del paso, mucho menos pasar un paño mojado de cualquier material sobre los cristales sin prestar atención a la magnitud de la suciedad. Ten presente que lo más importante no es trabajar más, sino hacerlo de manera más inteligente para obtener mejores resultados. Toma nota de los errores frecuentes que se cometen en la limpieza del hogar:
Utilizar el mismo paño para limpiar toda la casa
De esta forma, en vez de limpiar, estás esparciendo suciedad de una superficie a otra (en especial si vas del lavabo a las encimeras o a los muebles de madera). Lo ideal es designar un trapo para cada área, es decir, uno para la cocina, otro para el baño, otro para el salón y así sucesivamente.
Nota: Te aconsejamos escoger paños de microfibra, son los más recomendados por los expertos.
Recoger el polvo con plumero
Este utensilio quedó en el pasado, de hecho, esparcen polvo en toda la habitación y terminan en el suelo. En estos casos, lo más inteligente es hacerte con un rodillo de microfibra o con paños de este mismo material y un buen limpiador adecuado para desempolvar cada superficie.
No limpiar los utensilios de limpieza
Esto aplica para el filtro, depósito, respiradero, manguera y accesorios de la aspiradora, como también para las esponjas, trapos, escobas, fregonas, escobillas de inodoro. Si no se cuida su aseo y desinfección, se convierten en un cultivo de microorganismos y su funcionalidad se vuelve nula.
Lavar la tabla de cortar solo con jabón
No es suficiente solo con frotar una esponja con agua jabonosa sobre la tabla (bien sea de plástico o madera), es vital eliminar las mínimas partículas de alimentos y las bacterias que puedan habitar en las ranuras y cortes de la tabla.
Por eso, lo recomendable es dejarla en remojo en una solución de lejía y agua o con un poco de agua oxigenada, luego lava con agua caliente y déjala secar.
Olvidarse de lavar el fregadero
Si no se limpia a diario, esta zona constantemente húmeda se llena de restos de alimentos y se reproducen bacterias contraproducentes para la salud, además de atraer insectos y roedores. Por eso, es importante lavar el fregadero después de cada uso y desatascar el desagüe con frecuencia.
No limpiar nunca la lavadora
Con el tiempo, los filtros, la goma, el compartimento de detergente y las paredes interiores del tambor acumulan suciedad, polvo y ácaros, por lo que una limpieza esporádica no estaría de más para que el lavado de la ropa no se vea afectado —y que no apeste—.
Para evitar este problema, inicia un ciclo de lavado normal con agua caliente y añade una taza de bicarbonato de sodio y dos de vinagre blanco, pon pausa para que repose esta mezcla en el interior por 1 hora mientras limpias todas las partes del aparato. Pasado este tiempo, desecha el agua con bicarbonato y vinagre, pasa un paño en el interior para remover residuos y déjala abierta para que se seque totalmente.
No organizarte a la hora de la limpieza
Es fundamental que sepas que lo correcto es limpiar siempre de arriba hacia abajo, esto quiere decir que empieces por las ventanas, repisas, estantes y cuadros, sigas con mesas, sillones y sofás y finalices con el suelo para evitar trabajo doble.
Rociar el producto directamente
Este es un error muy común, sobre todo a la hora de limpiar madera y cristales, y aunque parece inofensivo, puede provocar que se adhiera aún más la suciedad, acumulación de la solución en un solo sitio y que los resultados no sean los esperados. Prueba rociando el paño o instrumento de limpieza antes de pasarlo por la superficie. Limpiar no es divertido, pero es necesario y beneficioso, es por ello que debe hacerse bien para no ensuciar más a nuestro paso. Ahora que sabes más sobre estas prácticas erróneas, modifícalas en tu hogar ¡Y corre la voz!