La energía solar ofrece ser limpia, verde, con una huella de carbono casi nula y renovable, que además funge de ser una verdadera alternativa para sustituir a los combustibles fósiles y a sus nefastas y contaminantes consecuencias medioambientales. Para ello es primordial mantener un mecanismo que capture los rayos solares para transformarlos en energía eléctrica o calor; pero… ¿Sabes realmente de qué están construidas estas placas de energía solar y, cómo son?
El crecimiento de la energía solar se mantiene en franco aumento y España está a la cabeza como uno de los países con mayores cuotas de instalaciones de energía solar residencial e industrial y con medidas gubernamentales que optimizan el apoyo de este crecimiento. Un tema de importancia nacional y mundial que sin dudas debe ser de conocimiento público y que como primer eslabón conviene conocer a fondo a las insustituibles placas solares.
Conociendo a las placas de energía solar
Para entender lo que la energía solar y por ende lo que las placas solares representan para la sociedad española, hay que tomar en consideración las cifras que indican que hace apenas un par de años las energías renovables supusieron el 45,5 % de las energías producidas en España y la energía solar fotovoltaica producida logró ubicarse en un rango muy cercano al 15 % del total de la energía nacional, según datos precisos de la Red Eléctrica Española.
Las placas solares, también conocidas bajo la denominación de paneles solares, son los dispositivos encargados de lograr capturar la energía solar en forma de radiación (luz) y posteriormente transformarla en energía eléctrica o calor para ser utilizada por los hogares, empresas e industrias. Esto gracias a que las celdas fotovoltaicas captan la luz solar y mediante materiales semiconductores como el silicio se transforma en electrones para ser convertidos en electricidad.
La energía solar gracias al efecto fotovoltaico
Este fenómeno fue descubierto en el 1838 gracias al físico francés Alexandre Edmond Becquerel y el cual mantuvo un uso desde el siglo pasado en el ámbito espacial. Su éxito y el abaratamiento de los componentes utilizados han permitido que migre hacia los hogares y que se vaya integrando en la vida cotidiana, desencadenando el conocido resultado actual con el autoconsumo como una de las energías renovables de mayor uso residencial.
Una tecnología novedosa que, aunque se descubrió en el siglo XIX, no logró comenzar a fabricarse en masa hasta la década de los 90 (los paneles solares). Esto debido a la inaccesibilidad de los precios, una situación que al conseguir ser superada permitió que la masificación de las placas solares pudiese llegar a los hogares y entregar los grandes beneficios y las inigualables ventajas ofrecidos por la energía solar.
Los materiales que integran una placa de energía solar
Las placas de energía solar han logrado evolucionar para minimizar sus componentes y para elevar su eficacia, disminuyendo su precio y su peso y logrando una excelente tasas de adaptabilidad para con los tejados. Pero básicamente están constituidas por unas 8 partes perfectamente identificables, veamos cada una de ellas.
El cristal frontal constituido por la parte que está en contacto directo con sol, este por obvias razones debe ser resistente y estar preparado para enfrentar todos los tipos de temperaturas extremas y las condiciones climáticas. Seguidamente está el encapsulado que generalmente está fabricado en silicona EVA (etileno vinil acetato) y es el encargado de retener la radiación solar.
Las celdas solares catalogadas como el centro del panel están elaboradas en cristal revestido de silicio y se distribuyen a lo largo de toda la superficie de la célula fotovoltaica. La caja de conexiones es otro de los integrantes de los paneles solares y es la encargada de contener el sistema de cableado y de este modo evitar accidentes por culpa de la conductividad eléctrica.
El marco de aluminio, que es el pleno encargado de contener a toda la placa solar y a sus partes, es quien sujeta toda la estructura y permite disfrutar de los agujeros de fijación para que en efecto pueda mantenerse en su propio lugar. Además de ello, existen una serie de elementos opcionales que van de la mano con las diversas tecnologías empleadas en las placas solares.