No hay nada como llegar a casa y volver a admirar las hermosas flores que tu pareja te regaló, las cuales siguen tan bonitas como el día que las recibiste, o que tu centro de mesa de gardenias y hortensias no se ha marchitado y sigue formando parte de la decoración floral del salón. Puedes hacer que tus flores aún conserven la belleza y el color que tenían el primer día, aunque haya pasado el tiempo, sin tener que plantar. Ahora, estarás preguntándote ¿cómo puedo hacer esto? Todo esto es posible con las flores preservadas.
Las plantas preservadas son productos 100% naturales provenientes del jardín, duraderos y prácticamente libres de mantenimiento. No solo son ecológicos, sino que, gracias a que tienen una excelente relación calidad-precio, también te ahorrarán mucho dinero. Además, puedes elegir muchas variedades para realizar tus propios arreglos de flores a partir de una extensa y elaborada selección.
¿Cuál es el proceso de conservación floral?
El tratamiento de conservación, que se realiza con un líquido vegetal 100% biodegradable, permite que las plantas mantengan sus características originales, color y textura durante mucho tiempo. De esta forma, podrás disfrutar de tus composiciones de arte floral sin necesidad de regarlas o cuidarlas de manera especial con frecuencia. La conservación es un proceso totalmente natural que consta de varias fases, las cuales te explicaremos a continuación:
- Las flores cultivadas se cortan cuando son más bellas y exuberantes.
- Una vez cortadas las flores, los tallos se ponen en un líquido conservante.
- Durante varios días, la flor absorbe el líquido conservante a través de su tallo hasta que la savia es reemplazada por completo por el líquido conservante.
- Una vez que se completa el proceso, cada flor se somete a un cuidadoso proceso de selección durante el cual se descartan las flores imperfectas y se eliminan las hojas y los pétalos secos o dañados.
Después de seguir este procedimiento, la flor preservada está lista para ser disfrutada por mucho tiempo. Gracias a este proceso se obtiene un producto de gran calidad, perfecto para realizar arreglos florales originales y duraderas. Y, por supuesto, suponen un gran ahorro, ya que las flores y plantas preservadas son productos duraderos que además no necesitan mantenimiento ni cuidados especiales.
¿Cómo cuidar una flor o planta preservada?
Con un cuidado mínimo, puede disfrutar de tus flores preservadas durante muchos meses o incluso años. Esta es una de las principales ventajas de estas flores de interior, que no necesitan agua, fertilizantes ni luz solar. El único requisito para mantener toda su belleza es mantenerlas alejadas de la luz solar directa para que no se decoloren y quitarles el polvo de vez en cuando con un pañuelo o un secador de pelo, cuidando de no dañar sus delicados pétalos. Con estos sencillos consejos podrás mantener tus flores y plantas preservadas en buen estado durante mucho tiempo:
- No los pongas en agua. Recuerda, son plantas tratadas y no están vivas, aunque parezca que lo están.
- Debes mantenerlas alejados de lugares o ambientes húmedos. En zonas costeras o lluviosas donde la humedad es muy alta, debes mantenerlas alejadas de lugares por donde entre aire o donde haya rejillas de ventilación.
- No las coloques en lugares donde estarán expuestos a la luz solar directa. Las flores preservadas no deben exponerse al sol durante periodos prolongados.
- No debes presionar, doblar o aplastar los pétalos o tallos. Son delicados y pueden dañarse fácilmente.
La conservación permite disponer de todo tipo de decoración interior muy ornamental. No olvides que son plantas naturales, que han pasado por un proceso de conservación para que mantengan su belleza sin marchitarse y sin necesidad de mantenimiento.