Actores famosos y mansiones generalmente van en una misma dirección y es que la fama y el dinero logran que la excentricidad pueda verse reflejada en sus grandes propiedades inmobiliarias, si bien esta norma es el común denominador de la gran mayoría de las celebridades, es importante resaltar que muchos de ellos aún mantienen ciertos atisbos de austeridad como el caso emblemático de la sencilla casa de la cantante Chenoa en Madrid. Así mismo mantienen un rápido movimiento donde las mudanzas, las nuevas adquisiciones y las ventas están a la orden del día, debido a la necesidad de movilidad que generalmente impera en las vidas de los famosos, celebridades, deportistas, influencer, artistas y millonarios que en efecto son los dueños de las últimas noticias del sector inmobiliario.
Pero siempre hay excepciones y es el caso del actor australiano Hugh Jackman quien conquisto al mundo con la saga X-Men y quien desde hace más de una década vive en un lujoso tríplex junto a su querida esposa, la también actriz, directora y productora Deborra-Lee Furness y a sus hijos. Una bella propiedad perfectamente ubicada en West Village de Manhattan y que fue adquirida en el año 2008 por un valor neto de 20 millones de euros y que ahora está en venta por 37 millones de euros en espera de un comprador que tenga el suficiente efectivo para lograr concretar la compra de esta mansión en las alturas.
El lujoso piso de Hugh Jackman en Manhattan
Un hogar de ensueño que mantiene vistas increíbles hacia el río Hudson y que está constituido por tres pisos contiguos de un espectacular edificio (tríplex) logrando adueñarse de los pisos 8,9 y 10 de la construcción, estos se encuentra plenamente unidos mediante una escalera de grandes dimensiones y que en total logran sumar un espacio sumamente oneroso de unos 2.022 metros cuadrados de superficie habitable, perfectamente divididos en 5 dormitorios, igual número de cuartos de baño completos y un par de aseos.
La ubicación indudablemente es insuperable y ultra conocida gracias a la fama con la que cuenta la construcción, ya que este edificio fue diseñado por el famoso arquitecto Richard Meier (ganador del premio Pritzker). El 176 Perry Street en el West Village de Nueva York (Chelsea) también ofrece la novedad de mantener un interior proyectado por el mismo arquitecto que diseñó el edificio, lo que en definitiva aporta un valor adicional a la propiedad.
Los techos altos son una constante en este diseño arquitectónico de los pisos del tríplex, donde sobresalen los altos ventanales para disfrutar de exclusivas vistas panorámicas hacia el río y la bahía del Hudson, incluidas por supuesto a la Estatua de la Libertad y que además te regala la increíble genialidad de permitir el máximo aprovechamiento de la luz natural para que los interiores de la edificación puedan aprovecharla al máximo.
Tres geniales pisos frente a la Estatua de la Libertad
El octavo piso está perfectamente destinado para 4 habitaciones con baño que son prácticamente unas suites, además te incluyen entro de sus espacios una biblioteca, sala de recreación, terraza con vistas directas y panorámicas al Hudson y el dormitorio para los invitados.
El noveno piso está perfectamente conformado por un amplio comedor que además está acompañado de una excelente cocina tipo gourmet donde destacan las encimeras de mármol y que está completamente amoblada con electrodomésticos de altísima calidad y una isla central en la cual lograr cierta informalidad para desayunos en familia o con las amistades más cercanas. Este piso además incluye una oficina de buen tamaño que funciona a las mil maravillas como un espacio laboral o como un despacho.
Con respecto al décimo piso se ha logrado establecer como el responsable de alojar a la suite principal del hogar, esta suite es gigantesca en proporciones y dentro de sus espacios incluye un estudio, un gimnasio, un baño con todas las diversas comodidades como sauna y bañera y un par de lavabos, sin olvidar el gran vestidor.
Una casa a la altura del famoso actor
Pero las cosas no finalizan y es que esta propiedad mantiene servicios asociados que se adquieren al vivir en este edificio como portería, conserjería, acceso al restaurante de lujo Perry Street del famoso chef francés Jean George Vongerichten y un gimnasio, a lo que debes sumar un centro de fitness; todo ello con disponibilidad inmediata y las 24 horas del día.
El lujo del edificio está a simple vista y es que su fachada está compuesta por más de 1.600 paneles de vidrio que crean un espectáculo difícil de igualar, donde se han tomado muy en cuenta todo tipo de comodidades y lujos como su piscina tanto en la parte interna como externa de la edificación donde destacan las vistas increíbles que mantiene esta propiedad hacia la zona de la Gran Manzana.