El afamado exejecutivo del entretenimiento y casi rey de la cadena CNN, Jeff Zucker vendió hace un par de años su majestuoso apartamento de lujo en un famoso edificio de Upper East Side en Nueva York por la deslumbrante suma de 17,5 millones de dólares, un piso que el magnate y su esposa compraron en el año 2007 con una inversión de 12,3 millones y que sin dudas ha generado ganancias para el patrimonio de la veterana pareja de la cadena de noticias.
El edificio mantiene una excepcional historia al ser construido a principios del siglo XX en una de las zonas más deseadas de la ciudad de Nueva York, con una configuración que está enmarcada en conseguir que el lujo pueda estar presente en cada rincón y lograr una perfecta combinación entre lo antiguo de la construcción y la modernidad de la decoración. Con la inclusión de tecnología de punta para que la privacidad, seguridad y confort sean sobresalientes.
El apartamento de Nueva York que fue de Jeff Zucker
El edificio, aunque es antiguo, ha gozado de recientes remodelaciones y renovaciones que garantizan estar a la par de los edificios más novedosos, con una entrada catalogada de discreta que ofrece un ascensor privado para acceder a sus cinco habitaciones e igual cantidad de baños. Con una decoración interna que podría describirse como de un “sereno lujo” para que la comodidad se adueñe de los 372 metros disponibles en el interior del apartamento.
Sobresalen los pisos de madera de color chocolate para conseguir un genial efecto con el color crema de las paredes de yeso veneciano, mientras que los techos elaborados a la medida y con alturas que superan los 3 metros dan una verdadera sensación de amplitud capaz de alterar los sentidos y para la climatización nada mejor que un trío de chimeneas especialmente decoradas con molduras que simulan estar incrustadas en los muros del edificio.
Un piso con historia y modernidad en Nueva York
El salón principal es capaz de extenderse por unos 11,5 metros para dar paso al comedor donde la protagonista es una de las chimeneas perfectamente decorada con terciopelo de seda, esta cocina y el comedor están bañados de una gran modernidad en sus líneas donde resaltan azulejos de color azul y blanco, mucho acero inoxidable y una isla central elaborada en mármol delicadamente veteado, con un espectacular efecto de cascada desde cada uno de los extremos.
En uno de los extremos del apartamento reposan cuatro habitaciones, de las cuales dos son tipo suite con baños incorporados, además de una sala de juegos para los más pequeños, mientras que en otra de las alas se encuentra la biblioteca y el despacho con una decoración en madera lacada de color negro. Un contraste evidente con la suite principal, que ofrece unos increíbles tres vestidores y un baño que puede describirse como ostentoso, aunque compacto.
Los gastos asociados con el mantenimiento de la propiedad y con los increíbles servicios disponibles son capaces de ascender hasta los 11 mil dólares por mes y es que la etiqueta del edificio está por doquier. Con beneficios que incluyen porteros uniformados, seguridad y vigilancia de última generación, vestíbulo con atención, y un superintendente residente para mantener cubiertas las necesidades y los servicios las 24 horas del día.
Otras propiedades sin salir de Nueva York
La identidad del comprador se desconoce debido a que la venta se llevó a cabo en privado, como suele suceder en la gran mayoría de estos casos que involucran a personalidades famosas e inmensas cantidades de dinero. El edificio está ubicado específicamente en The Verona en 32 East 64th Str y ofrece su propia galería de arte para el disfrute de los dueños y de los visitantes que tengan la fortuna de ser invitados y disfrutar del lujo sin opulencia que toda la edificación ofrece.
La familia Zucker evidentemente no se preocupa por conseguir una nueva residencia y es que como muchos neoyorquinos, con el poder adquisitivo y financiero disponible, son capaces de mantener desde hace tiempo otras inigualables propiedades inmobiliarias dentro de espacios muy deseados, como su mansión en los Hamptons con poco más de 6 mil metros cuadrados de espacios funcionales a lo largo de un tranquilo tramo de esta opulenta zona.