En los días más fríos del año no hay nada como un buen cobertor o manta de pelo, que, además de ser calentitas, si su color se adapta a tu decoración, es una opción ideal para usarla como adorno en el sofá o sillón del salón. Ahora bien, así como son de funcionales y bonitas, también son delicadas, y si no se cuida su limpieza, su vida útil se reducirá drásticamente.
Hoy en día cada vez son más personas que se decantan por este tipo de textil para renovar lo viejo dentro del hogar, y es que es innegable que es un material agradable al tacto y aporta un aspecto moderno y juvenil donde se sitúen. Sigue leyendo y entérate cómo limpiar mantas de pelo correctamente, en simples pasos y con productos que tienes en casa.
La forma correcta de lavar mantas de pelo
Si bien tener este tipo de mantas es un ganar-ganar por donde se mire, es de conocimiento popular que requiere cuidados especiales para mantener en buenas condiciones el pelo de las mismas (en especial si es de color blanco). Toma nota de los consejos que los expertos en lavandería han revelado para lavar y conservar mantas de pelo:
- Lo primero que debes hacer es leer la etiqueta con las instrucciones del fabricante, pues, bien sean de origen natural (alpaca, angora, cachemir o camello) o sintéticas, en ella encontrarás la manera correcta de limpiarlas y secarlas. Igualmente, el proceso es similar en ambos casos.
- Si es de origen natural o sintética, lo adecuado en estos casos es lavar a mano dejándolas en remojo durante 20 minutos en un barreño o bañera llena con agua fría y un poco de detergente líquido suave o neutro.
- Si observas alguna mancha, aplica un poco de detergente directamente y frota con una esponja o trapo suavemente.
- Mueve la manta de vez en cuando y al pasar este tiempo aclara con agua fría hasta que no quede ningún rastro de jabón.
- A la hora de secarla, no la exprimas ni la retuerces para no dañar su estructura. Deja que se escurra sobre una rejilla horizontal y al aire libre para que desprenda toda el agua posible sin que se deforme.
- Una vez ya no estén tan mojadas y solo quede un poco de humedad, cuélgalas un rato al sol hasta que se sequen por completo.
¡Precaución! Es importante que seas paciente y no guardes la manta mientras siga húmeda, pues podría ser la causa de que crezcan hongos en sus fibras y que aparezca el característico olor a “humedad” causado por hongos.
Recuerda que las mantas de pelo deben dejarse al aire libre regularmente para que se aireen y que el polvo no se acumule en el tejido. Por otro lado, es vital sacudirlas con una tabla u objeto rígido para que se suelte la suciedad. ¡Si las cuidas así durarán años contigo!