Aunque planifiquemos de forma cautelosa las compras mensuales para el hogar, a todos en algún momento de la vida se nos ha acabado el detergente para platos y hemos acudido a jabón en polvo de ropa para solventar la situación y completar la limpieza de la vajilla. Ahora bien, aunque no lo hayas pensado, esta no es la opción más inteligente ni asequible que tienes a disposición en casa.
Si buscas una solución para reemplazar el lavavajillas que se agotó y fregar los utensilios después de comer sin salir de casa ¡Presta mucha atención! Estas son las alternativas más recomendadas para suplir el lavaplatos, salir de apuros y dejar tu menaje impoluto, libre de bacterias y sin gastar demás en el proceso. ¡Querrás usarlos siempre!
¿Qué se puede utilizar para lavar los platos si se acabó el jabón lavavajillas?
Con estas alternativas es posible lavar los platos tanto en el fregadero como en el lavavajillas, así que, si no quieres perder tiempo lavando los trastes a mano, puedes añadir un poco al depósito de este electrodoméstico y dejarlo que haga su trabajo, la clave está en la mezcla de productos caseros que, combinados con el agua caliente, lograrás resultados impecables en un santiamén. Fíjate cómo hacerlo:
Lava los platos con bicarbonato de sodio
Este polvo blanco es un aliado muy empleado en los hogares de todo el punto, ya que es un agente de limpieza natural, libre de tóxicos y ligeramente abrasivo, por lo que, al combinarse con un poco de jabón, desprende restos de alimentos pegados, pule la vajilla y elimina bacterias nocivas. Eso sí, se recomienda su uso de manera puntual, pues, aunque es amable con el medioambiente, es arenoso y puede afectar los detalles del cristal o partes decorativas de platos.
Aprovecha las cáscaras de limón y un poco de sal para dejar la vajilla reluciente
El limón es muy eficaz como arrancagrasa para casos de emergencias, y si se junta su acidez con gránulos de sal y se emplean para lavar cubiertos, utensilios, menaje, no solo quedan limpios, sino que aporta un aroma agradable y combate microorganismos. Lo mejor de todo es que puedes aprovechar tanto el zumo como las cáscaras, así le darás una segunda vida a este versátil fruto cítrico.
Vinagre blanco
Y si no tienes bicarbonato ni limón, entonces diluye un poco de vinagre en agua tibia y aprovecha las cualidades ácidas de esta sustancia ecológica, asequible y segura. Si deseas un extra de limpieza, añade sal gruesa y frota con ayuda de una esponja la vajilla con más residuos adheridos. ¿Dudas de su eficacia? Entonces ve y pruébalo tú mismo/a y comprueba su efectividad por cuenta propia. ¡Realmente funcionan!