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Cómo se lavan y limpian las brochas y esponjas de maquillaje en casa

Se recomienda lavarlas una vez a la semana con jabón neutro para mantenerlas libres de suciedad y bacterias.

Existe un error garrafal que constantemente cometemos y que probablemente desconocemos su terrible efecto en la piel del rostro: no lavar las esponjas y brochas con las que nos maquillamos. Sí, al igual que no limpiar el cepillo del pelo, este es un daño que va principalmente al cutis y que sin importar cuantas cremas hidratantes nos apliquemos, qué limpiadores faciales usemos o rutinas de skincare profunda realicemos, no cambia si no se realiza una limpieza periódica a estos utensilios.

Que sí, que los tratamientos de belleza y los tutoriales de maquillajes ayudan mucho a lucir una hermosa y saludable apariencia del cutis, pero es vital llevar a cabo esta pequeña acción que no te tomará más de 10 minutos y que mantendrá al margen una gran cantidad de bacterias y suciedad que, con el uso y el paso del tiempo, se acumulan en ellas.

Sigue leyendo y aprende cómo limpiar brochas, pinceles y esponjas de maquillaje en unos cuantos pasos. Cuídalas y mantenlas siempre impecables, así, además de evitar puntos negros, picores, irritación o aparición de granos, durarán mucho más tiempo. ¡Y no lo sigas postergando!

¿Cómo limpiar brochas y pinceles de maquillaje en casa?

Si te maquillas constantemente, es fundamental que protejas tu cara del contacto con la suciedad y los restos impregnados en los pelos de las brochas, pinceles y las fibras de la esponja, para ello, debes lavar y desinfectarlas al menos una vez a la semana. Es un proceso sencillo y de solo 7 pasos, pero es innegable que puede ser algo tedioso, sin embargo, es un deber sagrado al que no se le puede huir si se quiere conservar un aspecto pulcro y un cutis impecable. Para hacerlo necesitarás un recipiente, agua, un paño limpio, champú con pH neutro, papel absorbente (o una bayeta limpia) y seguir los siguientes pasos:lavar brochas pinceles maquillaje

  1. Llena el recipiente con un poco de agua caliente ¡Pero no hirviendo! Lo suficiente como para despegar la suciedad sin llegar dañar las brochas.
  2. Introduce la brocha o pincel verticalmente, es decir, con los pelos hacia abajo y sin dejar que toque el mango para evitar daños, en especial si son fabricados en madera.
  3. Agrega una pequeña cantidad de champú al agua y mezcla un poco hasta que aparezca espuma.
  4. Hecho esto, mueve la brocha para que se vaya despegando la suciedad y restos de maquillaje. También puedes frotar sobre la palma de tu mano o sobre otra superficie limpia (como un tapete o cepillo limpiador de brochas de maquillaje) haciendo movimientos circulares para que la grasa se desprenda
  5. Enjuágalos con agua limpia y si notas que aún siguen sucias, repite el proceso hasta que ya no salgan residuos de maquillaje de ellas. Puedes aplicar champú directamente en la palma de tu mano para resultados más rápidos.
  6. Seca los pinceles y brochas con el papel absorbente o la bayeta para retirar la humedad excesiva. Es importante que mientras lo hagas, le des forma a las cerdas para que no deformen al lavarlas.
  7. Finalmente, déjalos secar boca abajo sobre un paño para prevenir que el agua se filtre en el mango y se estropee.

¿Cómo lavar las esponjas de maquillaje correctamente?

Muy bien, ahora que ya sabes lavar las bronchas y pinceles grandes y pequeños, es momento de conocer cómo se deben lavar las esponjas de maquillaje. Este instrumento que usamos día a día aloja restos de productos hidratantes, protector solar, base y polvo compacto para el rostro, esto, con el pasar de los días, trae consigo una incalculable cantidad microorganismos que al final quedan en nuestros poros. Evita esto siguiendo este procedimiento:

  1. Llena un bol o recipiente plástico con agua tibia y sumerge las esponjas.
  2. Añade unas gotas de detergente desengrasante al agua y mueve un poco para que aparezca espuma y tanto la suciedad del maquillaje como la grasa se despegue.
  3. Frota con insistencia las esponjas con tus manos (o con el limpiador especial para brochas en forma de mini-guante o alfombrilla).
  4. Enjuaga con agua tibia (sin detergente de ningún tipo) un par de veces hasta que notes que ya no sale sucio de ellas.
  5. Exprime ligeramente las esponjas y déjalas secar totalmente sobre un paño seco y limpio al aire libre.

¿Te has dado cuenta lo rápido, simple y eficaz que es llevar a cabo esta tarea que miras de reojo? No necesitas gastar mucho dinero ni esforzarte demasiado para mantenerlas al punto. Bastará con que laves las brochas y esponjas una vez a la semana o cada 15 días si no las usas a diario.

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