Aunque es muy placentero ver y sentir el ambiente pulcro y con aroma a limpio, a muy pocas personas les gusta limpiar la casa, en especial cuando se trata del cuarto de baño, una de las zonas en donde más suciedad, bacterias, manchas y malos olores se concentran ¡Y donde más se complica batallar con la mugre día tras día!
Una de estas zonas manchadas es la ducha, en especial los azulejos, grifos y la odiosa y persistente cal que se acumula en el cabezal o alcachofa por el agua dura o por el déficit de limpieza, y que, aunque se restriegue por horas, parece imposible de eliminar.
La buena suerte es que existe un truco casero para limpiar depósitos de cal en el cabezal de la ducha, destaparlo para que fluya el agua correctamente y dejarlo impecable. Si quieres saber más acerca de cómo hacerlo, sigue leyendo y toma nota a este efectivo, sencillo y práctico método para deshacerte de estas costras y marcas blancas incrustadas de manera ecológica.
Cómo limpiar el cabezal de la ducha solo con vinagre blanco
Una de las marcas de suciedad más comunes son las que aparecen en la grifería y alcachofas de duchas, tanto de mano como de ducha, pero, ¿qué es lo que las origina? La respuesta es la cantidad de pequeñas partículas de minerales como magnesio, calcio y sílice, que, con el pasar de los meses, hacen que se amontonan y obstruyen los agujeros, afectando la presión del agua.
La buena noticia es que para limpiar y desincrustar la cal en el cabezal de la ducha no se necesita desmontarla, mucho menos sustancias químicas caras y tóxicas. Solo necesitarás una bolsa plástica, una banda elástica de goma y vinagre blanco, de preferencia el de limpieza. Estos son los pasos a seguir:
- Frota el cabezal o grifos con una esponja para remover residuos minerales superficiales.
- Llena la bolsa plástica con vinagre o un limpiador que contenga esta sustancia ácida.
- Envuelve el cabezal con la bolsa y amárrala con la cinta de goma, de forma que quede totalmente sumergida y cubierta con vinagre.
- Déjala remojar por 8 horas o durante toda la noche.
- Al día siguiente, retira la bolsa con cuidado y restriega con agua caliente y un estropajo o cepillo de dientes.
- De ser posible, introduce una aguja en los orificios de la alcachofa para una mejor limpieza.
- Aclara al finalizar con agua tibia y seca bien.
Nota: para mitigar el olor del vinagre (que para algunos es algo desagradable), neutralízalo frotando la esponja con un poco de zumo de limón.
Con este truco ecológico tan simple y efectivo podrás destapar los cabezales para que salga el agua correctamente y no salpique fuera de la bañera. Recuerda repetir este procedimiento al menos una o dos veces al mes dependiendo de la dureza del agua en tu localidad.