Ahora que pasó la Calima asi puedes limpiar por fuera las persianas sin correr riesgo

Si bien limpiar el cuarto de baño, la cocina, el salón y el jardín son las tareas domésticas más importantes y frecuentes en el día a día, existen otras a las que miramos de reojo y las dejamos pasar desapercibidas; sin embargo, sigue ahí y deben solventarse.

Estas labores de la limpieza del hogar, aunque no son las más divertidas o agradables y vivimos posponiéndolas, son muy necesarias para remover el polvo, reducir bacterias y evitar alergias futuras. Una de ellas es limpiar las persianas, y es que para nadie es un secreto que quitan mucho tiempo y especial concentración para que queden impecables, sobre todo cuando se trata de la parte exterior ¡Un verdadero dolor de cabeza!

Así que, si has llegado hasta aquí en busca de información acerca de cómo limpiar las persianas por fuera rápido, sin mucho esfuerzo y sin tener que sacarlas de su sitio, sigue leyendo y conoce cuál es el método más eficaz de hacerlas lucir como nuevas en pocos minutos.

¿Cuál es la mejor manera de limpiar las persianas?

Sabemos que no es el mismo proceso limpiar el exterior de una persiana que el interior, especialmente si el acceso es complicado. Además de eso, para darle el trato adecuado, es vital que tengas en consideración el tipo de material de fabricación, ya que las de plástico o PVC no se limpian de igual manera que las de madera o las de aluminio.

Generalmente, sin importar el tipo de material, lo idóneo es limpiar con agua y jabón neutro; sin embargo, la suciedad incrustada puede que no salga de esta forma. Es en ese momento en el que se deben aplicar productos específicos o tener a la mano una vaporeta que ablande el sucio en los lugares difíciles.

En el caso de las persianas enrollables de plástico, con el pasar de los días y el constante contacto con la luz solar, va desgastándose y volviéndose más poroso, haciendo que la mugre y el polvo se adhieran con más intensidad.

Por otro lado, cuando se trata de limpiar persianas de madera, el método de limpieza puede variar de acuerdo al desgaste de las lamas y se recomienda aplicar una capa de barniz para exterior con el objetivo de alargar su vida útil y hacerlas ver mucho más bonitas.

¿Cómo limpiar persianas por la parte de afuera sin esfuerzo?

Todos sabemos que las persianas sucias denotan una higiene deficiente y a simple vista se muestran muy poco atractivas. Esta fuente de polvo y suciedad debe ser tratada y darle mantenimiento cada cierto tiempo, por eso, debes conocer cuál es la manera correcta de limpiar el exterior de las persianas sin gastar mucho dinero y sin sufrir en el intento.

Si se tiene acceso al exterior:

Si se trata de una persiana a la que SÍ es posible acceder a la zona exterior, esto será pan comido:

1. Baja la persiana parcialmente, dejando que cuelgue hasta el punto en que las lamas queden ligeramente abiertas entre sí, de forma que puedan observarse las ranuras y se puedan limpiar con mayor facilidad la suciedad acumulada en ellas.
2. Con ayuda de un cepillo de cerdas blandas, cepilla de forma vertical desde arriba hacia abajo para remover el polvo y el sucio superficial.
3. Con la aspiradora, recoge los residuos presentes en la persiana tanto por la parte interior como la exterior.
4. Humedece una bayeta con una mezcla de agua y jabón neutro y limpia de lado a lado aclarando repetidas veces el trapo para eliminar la suciedad poco a poco.
5. Cuando se haya retirado toda la mugre, seca con un paño de algodón.

Si NO se tiene acceso al exterior:

Si no tienes acceso a la zona exterior de la persiana (como cuando está montada en una ventana de edificio a elevada altura, por ejemplo), aunque es un poco más trabajoso y el procedimiento algo tedioso, la alternativa es desmontar la tapa del cajón de enrolle que se encuentra en la parte superior de la ventana y limpiarla desde el interior. Dentro del mismo se guarda la persiana una vez se enrolla hacia arriba. La mayoría suelen ser de madera, PCV o aluminio y cada uno se abre de una forma distinta.

Si se trata de una persiana con cajón de madera, la tapa de registro va atornillada al frente (algunas veces puede estar cubierto de pintura por lo que debes estar atento/a). Así púes, algunas incorporan adhesivos que debes retirar con cuidado o aislante térmico XPS (la espuma de poliestireno extruido).

Si se trata de una persiana con cajón de aluminio o PVC (indiferentemente que sean térmicas o de seguridad autoblocantes), mayormente poseen la tapa de registro ajustada a presión mediante clips, por ende, se abren fácilmente haciendo presión con las manos hacia afuera. Puede que también estén atornilladas, por lo que debes ser cauteloso y desatornillar con cuidado.

1. Una vez hayas destapado el cajón y estés sobre una escalera segura, lo primero que debes hacer es cepillar el polvo y la suciedad tanto del tambor como de la persiana enrollada en el interior interior y con una aspiradora recoger los residuos.
2. Hecho esto, en un cubo de agua, mezcla agua y jabón, humedece una bayeta y limpia la parte visible de la persiana enrollada (no te olvides de secar inmediatamente para que no se manche).
3. Luego, debes realizar el mismo proceso, pero desenrollando poco a poco la persiana para tener acceso a todas las lamas y a las ranuras entre ellas para limpiarlas (es aquí donde se acumula más polvo)
4. Se repite este proceso hasta que llegues al final de la persiana y esté completamente limpia.
5. Finalmente, ya que tienes el cajón desmontado, es momento de realizar un rápido mantenimiento de las guías para evitar que se estropee en el futuro y puedan deslizarse suavemente al abrirlas o cerrarlas. Basta con aplicar un poco de aceite e ir probando hasta qué punto es necesario.

Cuando llegue la hora de limpiar persianas muy sucias, puedes emplear productos específicos como limpiacristales en spray. Si son blancas un aliado infalible es el blanqueador natural por excelencia: agua tibia, vinagre, limón y una cucharada de bicarbonato de sodio. En persianas de madera recomendamos usar un producto de limpieza para parqués para hacer que luzcan relucientes y brillantes.

Ahora que ya sabes cómo limpiar una persiana enrollable, nuestra recomendación es incluirlas más seguido en las rutinas de limpieza y mantenimiento (al menos dos veces al año), así evitarás acumulación de suciedad, alergias inoportunas y la fachada de tu hogar se verá impoluto.