El verano se acerca, y con él, los días de disfrutar del aire libre, y pasar los días en el exterior llegan. La mala noticia es que los muebles del jardín, terraza, balcón o patio han pasado tanto tiempo tapados, descuidados o recibiendo las inclemencias de la intemperie, que sentarse en ellos no solo es un poco asqueroso, ¡sino también peligroso! Es ahí cuando llega el momento de una debida limpieza y de tomar medidas para cuidarlos correctamente.
No esperes a que llegue el calor para poner manos a la obra en esta tarea, mejor empieza desde hoy para que puedas disfrutar del clima agradable y los ratos de esparcimiento sin esta preocupación. En este artículo te cuento los mejores trucos para limpiar los muebles del jardín fácilmente de acuerdo al material con lo que fueron fabricados. ¡Y deja de posponerlo!
Cómo limpiar muebles de exterior de acuerdo a su material
Bien sea un mueble de plástico blanco, de color, tapizados en tela, de madera o aluminio, cada uno requiere de un mantenimiento diferente para alargar su vida útil y que se vea y esté limpio. Fíjate cómo se limpian a continuación:
Tapizados o con cojines
Antes que nada, quita todo el polvo posible con un trapo de microfibra, sacudiéndolos o preferiblemente con ayuda del aspirador. Hecho esto, si no se pueden desmontar los forros, lava a mano los almohadones y los respaldos de las sillas por ambos lados con un limpiador hecho con 250 ml agua, una cucharada de bórax y un chorrito de jabón lavavajillas, al finalizar, enjuaga con agua limpia y déjalos secar directamente al sol.
Plástico
Si son de color, basta con remover el polvo con un trapo seco, mojarlos con agua a presión, frotarlos con una solución hecha con agua, vinagre blanco y jabón para fregar platos y dejarlos secar a la sombra (el sol decolora el plástico). No obstante, sin son muebles o sillas plásticas, prepara una solución con agua tibia, detergente blanqueador y añade un chorrito de amoniaco, aplica con una esponja, espera que surta efecto por un rato y aclara con agua. ¡Quedarán relucientes!
Metal
Si tienes muebles de aluminio o hierro revestido, puedes limpiarlos con jabón natural o para platos, agua tibia y con ayuda de un cepillo para frotar. Ahora bien, si está oxidado, rocía vinagre blanco sin diluir y frota con un estropajo metálico o una bola hecha con papel aluminio, lava con agua jabonosa, enjuaga y al final, retoca las zonas ralladas con pintura antioxidante del color del mueble.
Madera barnizada
En este caso, lo más recomendado es mezclar la misma cantidad de aceite de linaza y alcohol isopropílico y, opcionalmente, añade un poco de glicerina para un extra de protección. Pasa un paño impregnado con esta preparación en la madera, deja que actúe durante 10 minutos y con un paño de algodón retira los restos a vez que vas puliendo la superficie.
Madera antigua
Lo principal es retirar el polvo con un trapo seco, luego, mezcla vinagre y aceite de oliva a partes iguales, humedece una esponja o un paño suave con esta solución y pásalo por la superficie, aclara con otro paño húmedo con agua limpia para eliminar los restos y déjalo secar por completo. Al finalizar, impregna un trapo con glicerina o cera para muebles para aportar brillo y vivacidad a la madera.
Ten en consideración que la clave para mantener la madera en óptimas condiciones es protegerla de la humedad y cambios bruscos de temperatura, por lo tanto, llegados los días de calor y sol intenso, mantenlos en la sombra y si llueve, cúbrelos con protectores plásticos.