¿Alguna vez te has preguntado a donde ha ido ese par de calcetín perdido que nunca volviste a encontrar? ¡Todos hemos pasado por ahí! Y la verdad, nadie tiene la respuesta a esta interrogante que une a personas de todo el mundo. Lo que puedo afirmar con seguridad, es que no deberías botar el par abandonado ¡Puede volverse un gran aliado de la limpieza del hogar!
No importa si está viejo y desgastado, puedes aprovechar los calcetines viejos para limpiar las persianas y otros objetos con separaciones. Sin duda a mí me ha sorprendido su eficacia —no lo imaginaba cuando me lo contaron— y por eso quiero recomendártelo a ti. Sigue leyendo y conoce cómo sacarle el máximo provecho a este trozo de tela que pensabas desechar. ¡Tendrás un nuevo utensilio de limpieza sin gastar nada!
Cómo limpiar las persianas con un calcetín viejo
Si bien limpiar las persianas es una de las tareas más tediosas con respecto al aseo hogareño (acumulan demasiado polvo y es un tanto complicado llegar a cada espacio), existen formas para lograr buenos resultados y de manera sencilla. Una de ellas es hacerte con un calcetín viejo de algodón. Toma nota de cómo hacerlo a continuación:
- El primer paso es conseguir un calcetín viejo (eso sí, que esté limpio) y que sea preferiblemente de algodón.
- Una vez lo tengas a la mano, haz una mezcla limpiadora mezclando dos partes de agua, una de vinagre blanco y un poco de jabón.
- Hecho esto, introduce tu mano en el calcetín (como si de un guante se tratase) y sumérgela en el limpiador que acabas de preparar hasta que se empape el calcetín.
- El siguiente paso es limpiar las persianas entre lama y lama, deslizando la mano con el calcetín en esta zona (por arriba y por debajo). Hazlo empezando por la parte superior y repite el procedimiento hasta llegar a la última de abajo.
- Cuando notes que el calcetín está sucio, enjuaga con agua limpia y empapa nuevamente con la solución de limpieza que preparaste.
- Tras terminar con todas las lamas, aclara con el mismo calcetín, pero esta vez solo humedecido con agua tibia para retirar todo rastro de suciedad y restos de jabón.
- Finalmente, seca con otro calcetín o paño seco para evitar la formación de manchas de humedad.
Este truco tan interesante y básico va de maravilla en persianas de madera sintética o de vinilo (las más comunes). Ahora bien, si son de madera natural, también funciona, pero no humedezcas demasiado el calcetín para no afectar el material con la humedad excesiva. ¡Pruébalo y cuéntale a todos este descubrimiento!