La manera correcta de limpiar pescado antes de cocinarlo

El pescado es altamente nutritivo, fortalece el sistema inmunológico, beneficia los nervios y el cerebro, contribuye al desarrollo en niños, es rico en proteínas de alto valor biológico, contiene vitaminas y una gran cantidad de minerales, entre ellos: fósforo, hierro, yodo, potasio, calcio y magnesio.

Es delicioso en cualquiera de sus formas: una sabrosa merluza a la plancha, bacalao a la vizcaína, salmón horneado, asado, al vapor e incluso frito -aunque no es lo más recomendado, pues pierde algunos nutrientes-. Sin embargo, una de las tareas más engorrosas al momento de cocinar el pescado, es su limpieza. Y es que, al realizar esta tarea, al igual que al limpiar los calamares y dejarlos listos para cocinar, es vital ser cuidadoso y minucioso para prevenir terribles resultados en su cocción.

Un aspecto muy importante es cuidar la higiene, lavarse las manos, procurar que la superficie donde se coloca el alimento esté previamente esterilizada e higienizar los utensilios de cocina. Pero, lo más relevante es aprender cómo limpiar el pescado crudo correctamente ¿Sabes cómo hacerlo? Te enseñamos el procedimiento adecuado paso a paso en este artículo.

¿Por qué es fundamental limpiar correctamente el pescado?

El pescado crudo pasa por múltiples percances, desde que se captura hasta que llega a las pescaderías y luego a nuestras manos. Esto incluye cajas donde se almacenan por mucho tiempo, suelos de los barcos y manos de incontables personas.Probablemente, no lo sepas, pero la salmonela y los estafilococos son las bacterias más habituales que se transportan en él, las cuales se encuentran en las superficies sucias, utensilios mal lavados e incluso las manos del manipulador. A su vez, contiene un parásito intestinal que se puede notar fácilmente: el anisakis.

Pero, ¿Cómo contrarrestar y prevenir su contaminación? Manteniendo el aseo en la cocina y limpiando el pescado con estos métodos infalibles que más adelante te contamos.

Como limpiar el pescado rápidamente

Es posible que en un principio sea un poco confuso y complicado acostumbrarse a la técnica, pero basta un poco de práctica para lavar, cortar, picar y limpiar el pescado, para freír, para caldo o para el plato que prefieras de forma adecuada y en menos de 5 minutos, ¡Toma nota a los pasos a continuación!

Enjuaga el pescado con agua

Lo primero que debes hacer es lavar el pescado para remover la suciedad superficial. Esto lo haces colocando el pecado en el fregadero o en alguna superficie limpia y vertiendo abundante templada. Debes restregar el pescado con tus manos hasta haber eliminado la mucosidad, el sucio y los residuos de las escamas.

Corta las aletas

Este paso es opcional, todo depende de la receta que prepararás y tus preferencias a la hora de comerlo. Hay quienes optan por dejar las aletas y comerlas. No obstante, al cortarlas anticipadamente, el resto de la limpieza se vuelve mucho más sencilla.

Para ello, simplemente sostén la punta de la aleta con firmeza y luego corta con un cuchillo bien afilado en la base de la aleta. También puedes hacerlo con una tijera.

Quita las escamas del pescado

1. Lleva el pescado al fregadero, sostén un cuchillo con buen agarre, dale la vuelta y raspa las escamas con el lado sin filo de un lado a otro con movimientos rápidos, pero con delicadeza para no cortar la carne del pescado. Esto debe hacerse de atrás hacia adelante, es decir, de la cola hacia la cabeza.
2. Continúa de igual forma por la otra parte del pescado para escamarlo por ambas partes.
3. Luego de esto debes volver a lavar el pescado para quitar los restos de las escamas.

Existen utensilios especiales escamadores de pescado muy útiles que puedes encontrar en el supermercado o en el portal de Amazon desde 3 Euros en adelante.

Quitar agallas y dividir el pescado

1. Retira las agallas cortando el cuello en el centro y a ambos lados y sacando el interior del mismo. Preferiblemente, hazlo con una tijera ¡Es mucho más fácil!
2. Hecho esto, divide el pescado del vientre al cuello cortándolo. Con la parte del filo del cuchillo debes introducir la punta en el agujero que tiene el pescado en la parte inferior de la panza y deslizar hasta la cola.
3. Saca los intestinos, tripas y vísceras una vez abierto el pescado. Recuerda que, aunque es muy sencillo, también puede resultar asqueroso y que no se utiliza el cuchillo para no correr el riesgo de romper las menudencias. Hazlo lentamente y con cuidado usando tus manos, porque si penetras accidentalmente los intestinos, quedará un sabor amargo en el pescado.

Nota: al finalizar, puedes cortar la cabeza y la cola, no obstante, esto depende de tus gustos y de la comida que desees cocinar.

Lavar con agua el interior del pescado

Enjuaga varias veces el pescado bajo el grifo con agua fría, prestando atención a que caiga abundante agua dentro de él para eliminar los residuos.

Debes separar bien las partes para que se pueda enjuagar bien toda la cavidad. Con los dedos o algún cubierto puedes ir frotando hasta retirar todos los restos por lo menos durante 1 minuto o 2 y asegurar que quede totalmente limpio.

Corta el pescado según la utilización

1. Si quieres filetear de una manera más cómoda, corta la cabeza del pescado. Inicia por ahí si no la vas a utilizar tampoco.
2. En una superficie plana y limpia como una tabla de madera, coloca el pescado en un buen ángulo para que puedas cortar bien y no desperdiciar carne.
3. Hecho esto, haz una incisión paralela a ambos lados de la espina central.
4. Cuando ya separes ambos lados, corta la espina por la cabeza y por la cola (con ayuda de unas tijeras) y sácala del pescado, cortando la parte inferior para que quede limpio y totalmente abierto.

Limpiar fregadero, utensilios y las manos.

Finalmente, lava los utensilios (cuchillos, tabla, raspado, fregadero y demás) con abundante agua caliente y limón. Puedes añadir un poco de vinagre o lejía -nunca los dos juntos- para neutralizar el olor a pescado. Para terminar, lava tus manos frotando con el limón para eliminar el olor impregnado y luego lávate con tu jabón de uso frecuente. ¡Y listo!