La cantidad de utensilios de cocina es muy variada y a diario aparecen opciones cada vez más novedosas y modernas, sin embargo, el menaje tradicional es el que perdura, y entre ellos, el chapado en acero es uno de los mejores, pues además de ser muy económico, es duradero y eficiente. Ahora bien, ¿cómo debería ser su limpieza?, ¿Cuál es la manera adecuada de lavarlos para no estropear la capa antiadherente?
Si tú también tienes menaje de este material, ¡esto es para ti! En esta oportunidad te contaré cómo limpiar una sartén de chapa de acero correctamente y en pocos pasos para no afectar el revestimiento antiadherente o la superficie “sazonada” y alargar su vida útil.
Paso a paso para limpiar una sartén chapado en acero
Al igual que cualquier otro tipo de sartén, olla o cacerola, tras su uso es vital dejarla enfriar por unos minutos y no llevarla inmediatamente al fregadero, de lo contrario, expondrás el menaje a un cambio brusco de calor a frío y el choque térmico hará que se deforme. Una vez tengas el utensilio haya regulado su temperatura, sigue estos pasos:
Limpieza diaria
- Aclara con agua tibia o caliente, frota con una esponja o cepillo y enjuaga con agua limpia.
- Si los residuos son persistentes y no salen de esta forma, déjalo en remojo durante 5 a 10 minutos con agua caliente.
- En caso de que siguiendo estos pasos la suciedad no salga, aplica solo unas gotas de jabón lavavajillas para ayudar a que los restos salgan.
Nota: No utilices detergentes muy fuertes ni productos específicos para quitar grasa para no afectar la superficie antiadherente.
Manchas de grasa
Si observas restos de aceite, salsas o mugre que no sale con el método anterior, prueba secando el sartén y llévalo a fuego bajo, una vez caliente esparce sal en toda la superficie. Hecho esto, apaga el fuego y frota con ayuda de una esponja o paño para que haga las veces de limpiador abrasivo.
Es importante que recuerdes que no se recomienda en lo absoluto usar estropajos metálicos, limpiadores en polvo ni blanqueadores como la lejía para limpiar cualquier menaje chapado en acero, pues este material rechaza los ácidos, lo cual dañada la capa antiadherente y atraerá más óxido.
La única forma en la que puedes fregar con un estropajo de metal es si el sartén está oxidado. En este caso, humedece la zona con agua hirviendo, vinagre blanco y agrega un poco de jabón, frota con insistencia para eliminar todo rastro de óxido, al final, aclara con tibia, seca por completo y sazona nuevamente cubriéndolo con aceite y metiéndolo al horno durante una hora. ¡Quedará como nuevo!