Un día despiertas y estás iniciando el año, y al otro amaneces y diciembre está a la vuelta de la esquina ¡El tiempo se pasa volando! Lamentablemente, sí, como se aproximan las festividades, también se acerca la temible limpieza profunda del hogar antes de navidad y fin de año, y sí, ¡hay que desmontar persianas y cortinas y encargarse de todas las ventanas sucias de casa!
Para mí, esta es la peor tarea doméstica ¡Odio limpiar los cristales y las rieles muy sucios! Sin embargo, es imperativo comenzar un nuevo año en un hogar impecable y abierto a buenas vibras. Si a ti también te frustra esta labor y quieres saber cómo limpiar una ventana corredera a fondo sin frustrarte en el intento ¡Estos datos son perfectos para ti!
Cómo limpiar ventanas correderas muy sucias paso a paso
No basta con comprar los productos de limpieza comerciales más caros, también es importante seguir un proceso y aplicar métodos correctos para que el vidrio quede impoluto y las guías libres de suciedad y polvo. Sigue estos consejos y deja tus ventanas correderas como nuevas, sin gastar mucho dinero y sin tanto esfuerzo:
Quita el polvo del vidrio
Pasa un paño seco (de microfibra o algodón) para retirar la capa de polvo del cristal y que no se rayen al limpiar con húmedo.
Limpia los rieles
Cepillar en seco con una brocha pequeña o un cepillo de dientes, así la suciedad más grande y el polvo se desprenderán. Hecho esto, aspira o sopla con ayuda del secador para extraer el sucio. Hecho esto, limpia las esquinas con un palillo de brocheta y al final pasa un paño humedecido con una mezcla de agua tibia, vinagre y bicarbonato.
Nota: También puedes aplicar el truco del estropajo cortado a la medida de los rieles para limpiarlo a fondo.
Continúa con los marcos
Lo ideal en este caso es usar un producto no abrasivo o simplemente mezclar agua caliente, unas gotas de jabón suave y un poco de vinagre blanco para facilitar la limpieza. Pasa un paño humedecido con esta mezcla por todo el marco y seca bien al finalizar para prevenir que se oxiden.
Limpia el cristal
Existen diversas alternativas a los limpiacristales que ves en el supermercado, entre ellas, el agua caliente con un chorrito de jabón, una solución de agua y vinagre a partes iguales, unas gotas de alcohol e incluso un poco de zumo de limón. Sea cual sea que elijas, es importante que frotes con una esponja suave o papel periódico viejo de arriba abajo y por ambas caras de la ventana.
Seca y pule
Pasa un paño de microfibra totalmente limpio y seco para evitar manchas de humedad y pulir el vidrio para que quede aún más brillante.
Una vez tu ventana esté lista e impoluta, no olvides lubricar los rieles con WD40 o vaselina para se deslicen con facilidad y no pospongas su limpieza periódica para que no se acumule polvo e insectos muertos en ellos.