Cada día es mayor la aceptación que tienen las vitrocerámicas por parte de los usuarios y esto se debe en gran parte a ciertas razones de peso que mantienen estas cocinas, donde destacan su seguridad de uso y su sostenibilidad, su belleza y la amplia compatibilidad que mantienen en la actualidad con los utensilios de cocina (menajes, ollas, sartenes y cazuelas) y una destacada facilidad para ser limpiadas.
Debido a su uso diario e intensivo, es común que las cocinas necesiten de un necesario y adecuado mantenimiento o limpieza con el cual conservarlas relucientes y libres de manchas, así como perfectamente aseadas para lograr preparaciones saludables y salubres. Por ello, hoy te enseñaré los mejores trucos para limpiar tu cerámica vitrificada y mantenerla siempre niquelada. Podrás disfrutar de un acabado nuevo y duradero en apariencia, además de lograr aumentar la vida útil de este imprescindible electrodoméstico.
El truco infalible para la limpieza de la vitrocerámica
La técnica de limpieza que explicaré a continuación consta de 3 pasos claramente definidos. Veamos:
Uso del vinagre: Mediante el empleo de un paño empapado en vinagre y agua, procede a fregar por toda la superficie, insistiendo en aquellas zonas donde existan marcas o manchas de suciedad. Puedes despegar los trozos grandes de suciedad y de restos de alimentos con la ayuda de una espátula (metálica o de polímero) de uso culinario. Este proceso del paño con vinagre puedes repetirlo las veces que sea necesario. Cuando acabes, seca todo con un papel de cocina.
- Aplicación de la pasta dental: Añade un poco de pasta de dientes en las fuentes de calor (la de tu elección) y, con la ayuda del paño, extiéndela mediante movimientos circulares. Trata de aplicar mayor presión donde notes que haya mayor acumulación de residuos y frota fuertemente en círculos.
- Enjuaga y aplica alcohol: Finalmente, con un paño humedecido con agua, podrás eliminar los restos de pasta dental sobrantes. Cuando logres eliminar todos los residuos, es hora de rociar alcohol diluido en agua (50 % y 50 %) mediante el uso de un pulverizador. Seca muy bien con papel absorbente o de cocina cuando termines y podrás disfrutar de una vitrocerámica como recién comprada.
- Bicarbonato y agua: a veces, alrededor de una de las fuentes de calor se forma un cerco quemado que es sumamente complicado de quitar. Sin embargo, hay un truco casero que es muy efectivo en esta situación: consiste en hacer una especie de pasta con 2 cucharaditas de bicarbonato y 10 centilitros de agua. Una vez la tengas lista, extiéndela a lo largo de la superficie quemada y rocíala después con vinagre. Deja que la mezcla actúe durante unos 5 minutos y luego pásale la bayeta.
Recomendaciones adicionales para limpiar la vitrocerámica
La limpieza de la cerámica vitrificada que se incluye en este tipo de electrodomésticos es bastante sensible, lo que posibilita que puedas deteriorarla o rayarla con cierta facilidad; de allí que se deban mantener los máximos cuidados. Presta atención para prevenir todos los riesgos.
- Utensilios de limpieza adecuados: La utilización de los implementos acorde garantizarán el éxito: unos paños suaves, así como algún tipo de esponja, papel absorbente de buena calidad y una espátula que puedas verificar que esté en óptimas condiciones para no estropear la superficie de cerámica.
- Agua y jabón como paso inicial: Como paso fundamental para una limpieza eficiente nada mejor que comenzar con una mezcla de agua y un detergente suave, con el fin de eliminar la suciedad que no esté incrustada o pegada.
- El apoyo de una espátula: es imprescindible para raspar y eliminar la suciedad que esté más incrustada. Lo ideal es lograr una inclinación de 30° y mantener un óptimo agarre para evitar golpes o rayones en la superficie de la vitrocerámica.
- Productos de limpieza especializados: En el mercado existen infinidad de productos limpiadores especialmente diseñados para las superficies de vitrocerámica. Si te decides a usarlos, adquiere uno que aporte brillo al cristal y desecha todos aquellos que sean abrasivos o que tengan funcionalidades múltiples.
Lavado y cuidado efectivo para una vitro que dure por siempre
La vida útil de tu equipo de vitrocerámica siempre estará regida por el necesario mantenimiento que puedas ofrecerle. No es solamente una cuestión visual, por lo que un paso importante es lograr conseguir la menor cantidad de derrames y de salpicaduras, y obviamente ser muy cuidadosos y evitar que la cerámica vitrificada se queme. Es decir, lograr un cuidado preventivo de este cristal puede hacer que este electrodoméstico tan esencial sea más duradero. Seguro que conoces la famosa frase «más vale prevenir que curar». Aquí se aplica también.
Utiliza menajes, ollas y cazuelas que sean aptas y compatibles para la vitrocerámica. Un alto porcentaje de daño a esta superficie se debe a emplear utensilios de cocina no compatibles. Tampoco debes usar estas superficies como tablas de cortar, picar y trocear alimentos, ni para colocar fuentes recién salidas del horno.
Una tecnología de cocción innovadora y de amplio uso
Este sistema denominados vitrocerámica consiste en la inclusión de un vidrio entre la fuente de calor y el recipiente que se necesita calentar. Este novedoso mecanismo ha logrado una gran aceptación por parte de los usuarios, ya que es sencillo de limpiar, fácil de mantener y es posible disponer de indicadores luminosos de calor para evitar quemaduras accidentales, ofreciendo información del calor remanente. Además, supone un efectivo ahorro de energía que merece la pena destacar.
Las vitrocerámicas son ampliamente adaptativas y no necesitan ser exclusivamente eléctricas. Recuerda que no es más que un vidrio que separa la fuente de calor del recipiente o cazuela donde cocinas. Por ello, es posible que puedas conseguir en el mercado cocinas de vitrocerámica que funcionen a gas, eléctricas o de inducción. Además cuentan con una gran tecnología integrada en ellas, la cual permite a la gran mayoría contar con temporizadores y ciertas programaciones sumamente útiles para lograr resultados de calidad gourmet.
Al adquirir una de estas cocinas, el mayor temor es lograr mantenerla reluciente y limpia durante mucho tiempo, logrando de esta forma aumentar su vida útil y mantenerla con un aspecto reluciente y nuevo en todo momento. Sin embargo, se ensuciará irremediablemente al darle uso, lo cual es un motivo más que suficiente para limpiarla y mantenerla de manera adecuada y con la periodicidad del caso.
A continuación os dejo los pasos básicos para limpiar de un modo efectivo la cocina de vitrocerámica, alcanzando altísimas tasas de eficacia y aplicando los precisos productos y agentes limpiadores que en muchos de los casos los tendrás disponibles en tu propio hogar. Así que… ¡manos a la obra para lograr que tu vitro pueda lucir como el primer día de uso!
Finalmente, aplica el sentido común y lograrás minimizar mucho la suciedad. Eso hará que puedas prolongar la vida de tu cocina de vitrocerámica de manera efectiva, además de conseguir un efecto reluciente y con una estética magnífica, como si de una cocina nueva a estrenar se tratase. Por último, ya que estás en modo de limpieza, te invito aprender acerca de la manera correcta de limpiar tu microondas con esta sencilla y rápida guía, para que puedas tener tus electrodomésticos pulcros.