¿Tu calzado apesta y no importa que hagas o cuánta limpieza realices, sigue oliendo terriblemente mal? Entonces quizá sufras de pie de atleta o algún otro tipo de hongo. Esto es más común de lo que te imaginas, de hecho, miles de españoles hoy en día pelean con este “oloroso” problema, y que, aunque no lo creas, ocasiona muchas inseguridades tanto en hombres como en mujeres.
Es posible que esta pestilencia en tus pies sea causada por una mala higiene de los zapatos, además, si eres de los que lleva calzado cerrado durante la mayor parte del día, debes saber que esta zona suda mucho más que otras áreas descubiertas, pues intentan regular la temperatura transpirando más y más. La buena noticia es que existe un truco casero para quitar el mal olor del calzado y se puede usar de dos formas sencillas, rápidas y eficaces con un aliado infalible del hogar: ¡El bicarbonato de sodio!
Despídete de los malos olores en tus pies con un solo ingrediente
Este polvo blanco, tan aprovechado en el hogar, en el ámbito culinario, cosmético y en tareas domésticas, es muy recomendado para absorber olores molestos. Esta cualidad se debe a que goza de propiedades antibacterianas que actúan como desodorante natural ante la peste de hongos y moho, y en los tenis y zapatos cerrados funciona de manera eficiente, barata y de dos maneras distintas, fíjate como a continuación.
Desodorante casero con aceite esencial
Además del bicarbonato, de forma opcional puedes agregar aceite esencial de tu preferencia (como consejo personal, el de árbol de té es ideal, ya que su aroma es neutral y es un antiséptico natural). Una vez los tengas a la mano, sigue estos pasos:
- Para tener mejor acceso al interior del zapato, retira las trenzas de cada par.
- Luego, espolvorea dos cucharadas de bicarbonato dentro de cada uno y sacúdelos un poco para distribuir el polvo de manera uniforme en el interior.
- Hecho esto, vierte 3 gotas del aceite esencial en cada uno y agita nuevamente para que se distribuya.
- Espera durante mínimo 24 horas para que el bicarbonato cumpla su función y neutralice el hedor emanado (mientras más tiempo, mejor).
- Finalmente, deshazte de los residuos del interior y desecha lo restante (de ser necesario, usa la aspiradora con mucho cuidado).
- En caso de que quede un poco de polvo, ¡no te preocupes! No es tóxico ni contraproducente, por el contrario, ¡es fungicida y combate bacterias!
Desodorante con calcetines
Para este método necesitarás dos calcetines que no utilices mucho, pueden ser viejos e incluso de pares diferentes, pero deben estar limpios y sin agujeros. El procedimiento es simple, solo haz lo siguiente:
- Vuelca dos cucharadas de bicarbonato de sodio en el interior de cada uno de los calcetines y agita suavemente para que llegue hasta los dedos del pie.
- Ata cada uno de los extremos, puedes hacerlo bien sea con un nudo, una cinta o una banda elástica.
- Introduce un calcetín en cada par de zapato y deja que actúe durante 1 o 2 días completos para que absorba el mal olor por completo.
- La diferencia de este truco con el anterior, es que los calcetines no permitirán que se llene el zapato de bicarbonato y ahorrará mucho trabajo a la hora de retirarlo.
Nota: Si no quieres usar un calcetín, prueba con un par de bolsitas de tela.
Recuerda que la prevención es la clave, por lo que te recomendamos que evalúes si la causa son hongos, sudoración, infecciones o porque el material con el que haya sido fabricado el calzado permanece húmedo y tiene nula ventilación. Sin importar cuál sea el caso, una buena higiene y cuidado constante con estos métodos será suficiente.
Ahora ya sabes cómo aprovechar al máximo las cualidades del bicarbonato para mitigar el tufo emanado de los pies, es momento de que lo pongas en práctica en tus tenis, zapatillas, sandalias e incluso en tu calzado de invierno. ¡Inténtalo!