El reconocido actor de cine estadounidense Rob Lowe es famoso por su amplia carrera cinematográfica, así como por haber sido dueño de una de las propiedades de mayor valor de Montecito. La mansión construida en el enclave costero se vendió con un acuerdo fuera del mercado por más de 45 millones de $. Un precio majestuoso que la impulsa a los primeros lugares de California al nivel de la mansión de la afamada presentadora de TV Oprah Winfrey.
Perfectamente ubicada en 700 Picacho Lane, Montecito, California y con una superficie de 930 metros cuadrados de construcción habitable construidos sobre una extensión de tierras de 1,4 hectáreas. Una venta que no se llevó a cabo de inmediato y requirió de algunos años para que un comprador con la suficiente disponibilidad monetaria pudiera hacer acto de presencia y lograr vivir en una zona privilegiada y plagada de famosos en California.
Diversidad de estilos para una mansión en California
Las dos decenas de habitaciones dan una muestra clara y precisa de las grandes dimensiones de la propiedad, en la que disfrutaron el actor y su esposa diseñadora de joyas. ¿La razón de desprenderse de la propiedad?, el crecimiento de los hijos quienes ya están fuera de casa y la emoción que proporciona lanzarse a una nueva aventura de bienes raíces.
La familia Lowes disfrutó de la casa desde el año 2005 cuando, gracias a una asociación con Santa Bárbara, crearon una casa principal que alcanzó un poco más de 900 metros cuadrados. Espacios distribuidos en un par de pisos y donde el color blanco es el protagonista principal. Un hogar con una arquitectura inspirada en las edificaciones rurales de Virginia, en la cual logró crecer el actor estadounidense.
La casa que el actor Rob Lowe vendió en Montecito
La creación inmobiliaria además lleva la firma de afamados personajes incluidos el arquitecto Don Nulty, el maestro en el arte del Feng Shui David Cho y el paisajista Mark Rios; quienes en conjunto lograron unir sus inigualables talentos para conseguir un clima pacifico dentro de California en la zona denominada Towering Oaks. El resultado superó las expectativas gracias a una gigantesca inversión donde no se escatimó en gastos para lograr un lujo y un magnífico nivel de perfección que alcanzó hasta a los minúsculos detalles.
Detalles llamativos y de gran elegancia permiten que las generosas proporciones de la mansión puedan entregar deleite y mucha hermosura, así como un ambiente donde el placer está en cada rincón. Además de las elevadas cargas de energías positivas que los espacios son capaces de emanar con la implementación de las milenarias técnicas decorativas del Feng Shui; sin descuidar un perfecto aprecio por la historia, la comodidad, la tecnología, la modernidad y la sofisticación de los estilos.
Si bien, la estética general de la mansión está inclinada hacia el estilo tradicional de la costa este de los Estados Unidos y de la campiña de Virginia, su decoración y arquitectura han sido pensadas para el disfrute de la familia y de los amigos. Logrando una genuina ambientación que mezcla lo informal y lo formal dentro de las mismas paredes, generando la creación de la famosa frase “una casa genial y perfecta para tacones altos o botas de barro”.
Espacios, lujo, comodidad y belleza al noroeste de Los Ángeles
La mansión se encuentra a 130 kilómetros hacia el noroeste de la ciudad de Los Ángeles, a medio camino entre las montañas de Santa Ynez y el Océano Pacífico, lo que genera que las vistas sean impresionantes hacia los diversos horizontes mientras se disfruta de estar viviendo en una comunidad donde los famosos son comunes y donde sin dudas es posible encontrarse con magníficas propiedades que pueden pertenecer a Gwyneth Paltrow o a Ellen DeGeneres.
Los 8 dormitorios e igual número de baños, así como espacios destinados a los despachos, una espectacular sala de música, biblioteca, salón de entretenimiento y ocio, sala de cine y unas impresionantes 9 chimeneas estratégicamente repartidas por toda la propiedad para ofrecer un clima interior que permita estar al máximo gusto.