Las flores son generadoras de energías positivas por naturaleza y los seres humanos tenemos una excelente conexión entre ellas y las emociones, de allí que los arreglos florales son una práctica que genera felicidad mutua para quienes lo hacen, quienes lo entregan y quienes lo reciben. Marie Kondo es consciente de ello y regala sus enseñanzas relativas al “Ikebana”, el arte japonés que permite que las flores cobren vida.
Las flores son habitualmente utilizadas para transmitir sentimientos y emociones específicas, lo que las coloca a la par de las obras de arte como la pintura y las esculturas, pero con un acceso mucho más sencillo, rápido y económico. Marie Kondo se desvive por los arreglos florales de origen japonés, cargados de grandes dosis de minimalismo y donde la elección de cada pieza es un ritual de gran importancia para conseguir que el resultado final sea de una alta categoría.
El Ikebana desde la perspectiva de Marie Kondo
La estética que domina a los arreglos florales japoneses llamados Ikebana es el minimalismo, por lo que la lección de cada una de las piezas de la composición final es de máxima importancia, ya que es un proceso plenamente deliberado y reflexivo. De allí que los principios de orden y organización de Marie Kondo y de su método KonMari pueden ser perfectamente aplicados a los arreglos de flores Ikebana y en específico centrarse en la generación de alegría.
Los expertos tienen sus recomendaciones sobre la elaboración de los arreglos Ikebana desde casa y se debe reconocer que los cambios estacionales son fundamentales para el Ikebana, manteniendo una efectiva apreciación. Es decir, los arreglos Ikebana deben verse como un reflejo de un momento específico en el tiempo; representando una instantánea o un necesario retrato que es capaz de rendir un homenaje a una estación o a un determinado momento.
Marie Kondo y los pasos del Ikebana
La recolección de los elementos: Lo ideal es dar un paseo por los alrededores para lograr recolectar artículos llamativos y que respondan a ciertos criterios como llamar la atención, generar alegría y despertar curiosidad. Emociones que pueden ir más allá de las flores como una ramita, una brizna de hierba o un conjunto de hojas, recordando que nada está prohibido en los arreglos florales de origen japonés.
Escoger y ordenar: Una vez conseguidos los elementos es hora de comenzar a juntarlos y es que la mayoría de los arreglos florales de estilo Ikebana mantienen pocos tallos, lo que pueden ser un gran desafío para los que no están acostumbrados al minimalismo. Es importante ir en la dirección adecuada, la cual debe estar impregnada de unidad, colorido, armonía y alegría para lograr el resultado deseado.
El método KonMari puede significar una excelente ayuda en este paso de la creación de un arreglo floral Ikebana, porque más allá del necesario atractivo se requiere de un resultado final que exprese alegría y gratitud con una mentalidad dirigida a las flores. Manteniendo la claridad de que los elementos escogidos para formar parte del arreglo floral no tienen que ser perfectos, por lo que son bienvenidos los tallos torcidos y las flores imperfectas.
Recreando la naturaleza a través del orden floral
La creación y la composición: Unir todas las piezas en un recipiente es la idea fundamental de la doctrina del Ikebana, en contraparte los arreglos florales occidentales tratan de ocultar la mecánica del diseño de los mismos, mientras que en el Ikebana se resalta. Para lograrlo es esencial una vasija de poca profundidad y la plena posibilidad de utilizar alfileres para mantener todos los elementos en su respectiva posición.
El agua es un elemento integral de todo arreglo floral Ikebana e igualmente forma parte de la imperfección, porque si algún elemento del arreglo (flor, pétalo, hoja) cae en el agua, no hay de qué preocuparse, porque es un resultado perfectamente posible y que sin dudas es parte de la tradición japonesa y de la creencia oriental de que existe belleza en toda imperfección.
El Ikebana desde casa forma parte de la experimentación y es que el proceso en general es de igual importancia que el resultado final, por lo que se trata de ir despacio y tomar las respectivas decisiones en el momento oportuno. Así como disponer de la necesaria libertad de abordar los arreglos florales inspirados en el gusto personal y en la búsqueda de la belleza de la naturaleza a través de la creación del ikebana.