La productividad sin dudas es una característica que va plenamente acompañada del orden y la genial escritora japonesa Marie Kondo nos ofrece una visión donde es posible una interacción entre el ordenamiento y la organización y los flujos de trabajo y los determinados procesos que llevan al éxito laboral. Y es que el orden es capaz de integrar y engranar todos los mecanismos necesarios para crear los ambientes óptimos donde el triunfo y la productividad digan presentes.
Un enfoque claramente inspirado en el minimalismo, la eficiencia y el orden de las cosas, donde predominan los hechos establecidos en el método KonMari y donde la productividad puede establecerse mediante categoría por categoría en vez de dormitorio por dormitorio. Ordenando y determinando todos aquellos elementos que generen alegría o que en efecto puedan retroalimentarnos mediante el valor que puedan agregar a nuestra experiencia, vida y trabajo.
Descartar y organizar: La premisa de Marie Kondo para el orden y el éxito
La cultura y la necesidad de un trabajo desde casa creó una nueva fórmula de establecer riqueza y valor agregado, que evidentemente es híbrida y que necesita de las condiciones necesarias para ser exitosa. Partiendo del axioma de que el orden es capaz de generar un efecto dramático en la productividad y donde es sabido que al menos el 60 % de los empleados de alto perfil y rendimiento requieren de espacios y condiciones de trabajo donde reine el orden “Es allí donde se siente todo el peso del efecto del método KonMari”.
Sin importar si el trabajo es de forma remota o si se desarrolla dentro del ambiente laboral de una oficina, es importante aclarar que ordenar estos espacios reducirá significativamente el caos, mientras se crea un entorno de trabajo de máxima productividad. De allí que además se tenga que ordenar el flujo de trabajo con la idea en impulsar la producción de los empleados y en sumatoria de la organización.
Cuando los flujos de trabajo se mantienen ordenados, es indudable que ofrecerán o permitirán que los empleados puedan concentrarse en resolver trabajos de alto valor, tanto financiero como estructural. Obviamente dedicando un mayor tiempo al desarrollo de ideas que sin dudas aporten valor y ganancia, así como nuevos negocios que vayan en la misma dirección.
Un negocio full productivo gracias a Marie Kondo y su método KonMari
Este método establece que debes de organizarte centrándote en la categoría y no en la ubicación, por ello deberás fijarte en aquellos procesos que necesiten de automatización, pero no desde el punto de vista de cada uno de los departamentos. Tienes que decidir cuándo y qué automatizar sin importar la ubicación de lo que quieres organizar y evidentemente desarrollando una lista de prioridad para cada una de las categorías a automatizar.
Los procesos repetitivos son una pérdida constante de tiempo para las organizaciones, disminuyendo de forma alarmante la productividad de todos y cada uno de los empleados. De allí que estos procesos deban ser automatizados, porque no puedes prescindir de ellos dada la gran importancia que revisten para las organizaciones.
Esta automatización debe ir de la mano con un enfoque minimalista, con la plena intencionalidad de que cada uno de los procesos administrativos y organizativos se vea minimizado. ¿Cómo lograrlo? Haciendo coincidir las habilidades y las fortalezas de los empleados en cada uno de sus roles, para que el compromiso de los mismos aflore, mejorando la salud y aumentando la satisfacción laboral con una reducción significativa del estrés.
El método KonMari triunfa porque simplemente está dividido en un par de sencillas partes: descartar y luego organizar. Esto mismo debes hacer con todos y cada uno de los procesos administrativos de la organización. Logrando deshacerte de todo lo que sea obsoleto y al automatizar, crear las condiciones necesarias para que la productividad del ser humano se centre en decisiones de gran valor para la organización y en definitiva para todos.