Todos quieren orden y limpieza en sus hogares a cualquier precio, ya que es un concepto que se ha propagado a nivel mundial gracias a métodos como el KonMari de la escritora japonesa Marie Kondo y muchos otros destacadas opciones mediante las cuales conseguir espacios limpios y que irradien alegría. El minimalismo ha ofrecido mucha ayuda en lograr este cometido, pero en definitiva es una cuestión de gestión de tiempo, fuerza de voluntad y motivación.
Tener las reglas claras y los efectivos consejos, como por ejemplo los de la famosa Marie Kondo relacionado con el orden y la limpieza, posiblemente no bastará para asegurar un rotundo éxito, de allí que una actitud de superación tenga que ir de la mano con los precisos hábitos que estos expertos ofrecen para conseguir hogares repletos de orden, con ganancia de espacios y donde el desorden verdaderamente logre desaparecer.
Marie Kondo responsabiliza al tiempo en la búsqueda del orden
Conseguir la energía y las ganas de lograr el objetivo de limpiar y ordenar es un tema imprescindible antes de comenzar con cualquier método de orden del hogar y es que se necesitan de los precisos cambios y ajustes en instaurar una gestión del tiempo que esté catalogada como de inteligente. Incrementando la productividad y administrando la generación de trabajo inteligente, donde es importante eliminar el estrés y desarrollar una tarea a la vez.
En este sentido de ideas, las tareas de orden del hogar tienen que establecerse pensando no solamente en el método a utilizar, sino creando una actitud ganadora, unos hábitos de trabajo que sean funcionales, horarios productivos y una excelente dosis de concentración. Con metas definidas y perfectamente enfocadas en conseguir como resultado final la tan anhelada limpieza y el orden de los espacios tratados.
Gestionando el tiempo a lo Marie Kondo
Priorizar cada tarea mediante la detección de su importancia es un tema primordial en ganar la batalla de la organización del hogar, cada tarea tiene que tener su importancia y esta debe ser respetada con la rigurosidad preestablecida. Este accionar permite enfocar el volumen de trabajo hacia aquellas tareas que más lo necesitan y optimizar el rendimiento obtenido. Para ello piensa, delimita, planifica y resuelve cada tarea de una forma directa y práctica.
La actitud es otro tema fundamental que tiene relación directa con la planificación y la organización del tiempo utilizado, de allí que sea importante encarar las necesidades y los proyectos, aunque no sepas nada de ellos ¿Cómo? Indagando, leyendo los consejos de los expertos y aprovechando al máximo las enseñanzas de las técnicas de limpieza y orden que han sido exitosas a nivel mundial.
Marie Kondo tiene muy clara la diferencia entre programar y planificar
La planificación, como su nombre lo indica, es establecer las bases precisas del plan, como las tareas o las cosas a desarrollarse, mientras que la programación consiste en la correcta y precisa asignación de un tiempo y una hora concreta para cada cosa. Es decir, idear y conseguir establecer las acciones precisas y necesarias para la realización de un trabajo.
Para el final tienes que dejar los diversos factores que pueden modificar tus planes, como por ejemplo (cuándo, cómo y cuánto), por lo que debes mantener siempre una claridad relacionada con la planificación (saber qué es lo que tienes que hacer), la técnica (cómo tienes que hacerlo), el método (en cuanto tiempo lo tienes que hacer) y la programación (la frecuencia con la que lo tienes que hacer).
Los hábitos organizacionales hacen la eficacia
Diariamente las personas toman decisiones casi sin pensarlo, pero no es así. Cada una de ellas está determinada de un modo implícito por hábitos y costumbres que a nivel individualmente carecen de importancia, pero que en conjunto y con el paso del tiempo significarán un gran impacto en la salud, la seguridad, la felicidad y la productividad de cada uno de nosotros como personas.
Los hábitos se convierten en rutinas de un modo inconsciente y sin siquiera darnos cuenta, ya que con el tiempo pequeñas acciones se desarrollan hacia patrones conductuales de cierta consistencia y que vale la pena conseguir dominar para lograr el éxito en cualquier empresa o trabajo propuesto. Logrando traspasar las fronteras de la producción desde un punto de vista personal y laboral y donde tienes que pensar en mejorar ciertos hábitos para llamar al éxito.