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Marie Kondo y su método para limpiar tu interior después de una ruptura

Una desintoxicación sentimental permite ayudar a que el tiempo termine de curar las heridas

El amor es hermoso y efímero y a través de la vida se transita por una constante acumulación de experiencias, relaciones, problemas y alegrías. Sin dudas reliquias que acompañan a cada persona en particular, pero existen multitud de maneras de aliviar esta pesada carga cuando la relación de pareja se rompe y es que se ha demostrado que una de las formas más eficaces de superar esta situación es poner manos a la obra a la limpieza.

Una manera de permitir que la mente pueda distraerse y obtener resultados muy prometedores, logrando incluso superar las expectativas de éxito si comparamos esta limpieza después de una ruptura con una hecha en un momento tradicional. Marie Kondo es categórica al indicarnos qué hacer y cómo hacerlo, así que si estás en el momento de una ruptura de pareja, este es el momento estrella para que el orden y la limpieza hagan su aparición.

Marie Kondo y la limpieza interior luego de una separación

Esta limpieza debe además contar con la purga de los sentimientos, eliminando lo que ya no te hará falta y comprendiendo que solo debes guardar lo que es estrictamente necesario e importante para ti. Es decir, aplicando el mismo principio de la búsqueda del orden de las cosas, pero esta vez enfocados en emplear esta técnica a los sentimientos y a las experiencias de vida almacenadas en pareja.

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Aunque el proceso evidentemente no es inmediato porque las heridas deben curarse, es importante que tengas muy claro que la carga emocional que almacenamos sobre nuestras espaldas es un tema de gran importancia y un factor determinante a tomar en plena consideración antes de dar comienzo a una nueva relación sentimental luego de una ruptura.

La carga emocional y el orden hacia una nueva relación

Si bien es necesaria una oxigenación para que los sentimientos puedan volver a la vida, también es preciso un determinado tiempo de flexibilidad, aunque este no debe ser extendido para evitar vivir constantemente en el pasado. Si el hecho de deshacernos de un determinado objeto o pertenencia será de ayuda para animarnos a sobreponernos de la separación de nuestra ex pareja, adelante porque evidentemente es una ayuda necesaria y una decisión acertada para encaminar nuestros sentimientos en la ruta de la recuperación emocional.

Las fotos y los recuerdos son una purga importante a llevar a cabo, pero tomando en consideración que la autoflagelación es la actitud que mayor daño implica al momento de un quiebre en la relación de parejas. La culpa y el convencimiento de que volveremos a repetir errores ya superados son los pensamientos y las actitudes a ordenar y por consiguiente a catalogar y eliminar de nuestras vidas.

La primera etapa de duelo que acompaña a una ruptura sentimental hace posible que el dolor y el sufrimiento se apoderen de los pensamientos, pero esto evidentemente es pasajero y debe serlo. Para que luego comience el verdadero proceso de la recuperación emocional y de la nueva búsqueda de una pareja sentimental, tratando de levantarte tras cada caída hasta que la vida pueda sonreír con la estabilidad emocional y el florecimiento del amor incondicional.

Un orden de vida y de cosas para la estabilidad mental

Desde la perspectiva de los expertos, incluida Marie Kondo es preciso que el orden luego de una separación sentimental pueda darse paulatinamente, pero afrontándolo con destreza y con la máxima confianza en los hechos positivos que se desprenderán de esta actitud objetiva. Llevar a cabo una purga de las amistades de las redes sociales que puedan interferir o causar más daño que ayuda es un tema de máxima importancia como antesala a esta organización de vida, cosas y sentimientos.

El ordenamiento y la organización de los objetos del hogar, así como de los espacios laborales, también implican una práctica de excelente ayuda emocional, con el fin de olvidar lo pasado y comenzar con el pie derecho hacia una nueva vida, donde los recuerdos sean atesorados para bien y donde estos no puedan continuar con el daño ocurrido por la separación de la pareja.

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