Aunque la experta del orden Marie Kondo haya explicado hasta el cansancio la doctrina de su método KonMari a través del cual lograr ordenar los espacios del hogar de un modo eficiente, es relevante que al final de cuentas no es tan sencillo. La asiática es enfática al afirmar que es sumamente difícil dejar atrás una gran cantidad de vicios y de modales que entorpecen y dificultan el simple hecho de conseguir que el orden se instaure en casa.
Marie Kondo también expone que lo importante es no desfallecer en el arduo camino de la búsqueda de las condiciones para que el orden se manifieste de un modo permanente y con él, lograr cuotas de alegría y la generación de energías positivas. Y para lograrlo, nada mejor que adoptar las premisas o leyes que la gurú del orden califica de infaltables, ante el compromiso de ordenar un hogar.
Ordenando el hogar sin fallar con Marie Kondo
Mantener la claridad en la búsqueda del orden es primordial y uno de los caminos más sencillos para lograr conseguir este camino es el de ir en la dirección de la felicidad y de la alegría. Con ello se estará garantizando a plenitud que todas las decisiones estarán regidas por un accionar que es capaz de producir armonía, aun en los difíciles momentos de tener que decirle adiós a muchos objetos.
Poner en práctica la metodología de Kondo implica el hecho de resolver algunas cuestiones claves, como por ejemplo decidir ¿Cuándo y cómo hacerlo?, para lograr resultados que sean satisfactorios y además de ello lograrlo con el menor esfuerzo y la máxima tranquilidad. Y pensar en las necesarias adaptaciones de estos consejos para llevarlos al plano de las necesidades particulares del hogar en el que vivimos.
Adoptar un compromiso real a lo Marie Kondo
Creer en lo que se hace es uno de los comportamientos de mayor efectividad para alcanzar las metas planteadas, y en la búsqueda del orden esta afirmación es de gran peso. Además de conseguir que después de alcanzado el orden, este se debe mantener a toda costa, de allí que Marie Kondo califique de fundamental tener presente el esfuerzo que se requiere para que los resultados sean positivos.
Visualizar un estilo de vida ideal y después alcanzarlo
Alcanzar un óptimo estado de alegría tanto en la casa como con nosotros mismos es un punto fundamental que se logra de un modo mucho más fácil cuando se es feliz. De allí que una de las claves de esta felicidad es lograr imaginar todo lo que se quiere en la vida. Por lo que pensar en el estilo de vida a ser disfrutado es una manera eficiente de definir el mejor camino hacia la promoción de los logros a ser alcanzados.
Aprender a deshacerse de las cosas
Dentro de los grandes enemigos enumerados por Marie Kondo para el orden de los hogares está categóricamente el apego irracional a las cosas, porque mantener una visión del orden tiene que ser el primer paso para la búsqueda de la felicidad. Además, la limpieza de las cosas que no se utilizan genera orden de inmediato, para después verificar las mejores opciones para deshacerte de ellas.
En muchas ocasiones es una conducta difícil y laboriosa porque por regla general la acumulación en los hogares es extrema y se requiere de tomar excelentes decisiones, asimilando las cosas con calma, para comenzar a deshacerse de ellas. Kondo recomienda programar una purga que sea por áreas del hogar, con lo cual se logra una limpieza sin necesidad de abrumar el cuerpo y la mente.
Ordenar por categorías
Es importante ordenar manteniendo el criterio de hacerlo por categorías, esta agrupación también puede llevarse a cabo por usos, con la firme intención de no utilizar diferentes espacios para la misma clase de objetos. En muchos hogares se tiene el problema de que existen lugares para las mismas cosas en diversas áreas, requiriendo una solución de inmediato y un único lugar de almacenamiento, y así facilitar lo que se desechara.
Ordenar con la secuencia correcta
Marie Kondo aclara una de las dudas circunstanciales del orden y es ¿Dónde comenzar?, desde su propia experiencia recomienda comenzar con la ropa y en perfecta sucesión continuar con los libros y documentos, los objetos varios y como punto final los objetos que despiertan sentimientos. Es decir, un recorrido que va de lo sencillo a lo difícil, lo que permite transitarlo con la mayor facilidad posible y el menor de los traumas.